martes, 26 de abril de 2011
Bar Félix
Había pasado en varias ocasiones por delante de éste sitio, de camino por la carretera de Tacoronte al Sauzal (o viceversa). Siempre había coches aparcados en el arcén, y, a lo que alcanzaba a ver desde el coche, bastante gente dentro, y en ocasiones, también esperando fuera para comer. Cada vez que pasaba comentaba lo mismo: "Un día hay que venir aquí, se debe de comer muy bien". Luego nunca me acordaba. En ésta ocasión, en la que íbamos sin rumbo fijo, vimos sitio libre para aparcar en el arcén, y aprovechamos para entrar. Nos dijo el encargado que estaba lleno y que tendríamos que esperar, pero poco tiempo. Ciertamente, no llegó a diez minutos.
No es difícil que se llene. El comedor tiene, literalmente, cuatro mesas. En la entrada donde está la barra, otras dos pequeñas mesas sirven de estrecho acomodo para los que no quieren esperar. Uno de ésos sitios sencillos, austeros, que recuerda a las antiguas "ventas" (incluso por una antigua báscula en la barra) , de sillas de las "duras" y manteles de hule, donde la gente va a echarse unas "perras" de vino y algo de comer, sin buscar mas alardes, y donde normalmente sirven una comida casera buena y económica. Ese día en la pizarra anunciaban Sopa de pescado, Garbanzas, Pescado guisado, Caballas, Chocos, Pescado salado y Queso blanco, además de lo que pedimos nosotros: Unas estupendas "arvejas" con su huevo duro, muy sabrosas; También lo estaba la carne con papas, con la carne muy tierna y una salsa muy buena, que por supuesto atacamos con el pan; El Pulpo guisado, en su punto, con su pimienta picona y papas arrugadas, que también sirvieron para acompañar al Bacalao encebollado. Muy bueno el bacalao, aunque a mí me gusta la salsa un poco más espesa. Para beber, una cuarta de vino, un par de refrescos y agua. No pedimos postre, y café no tienen.
Me fijé que el camarero iba dando el importe de la cuenta por las mesas de viva voz, y con unas cantidades extrañamente exactas. No vi factura ni papel alguno, ahí se hacía como las "ventas", a la antigua usanza. Por ejemplo, nuestra cuenta fue exactamente 50 euros. Una ligera punzada recorrió mi bolsillo, y la sensación de haber comido muy bien en "un sitio de ésos económicos de comida casera" se esfumó. Una vez comido, ponerse a preguntar el detalle de los precios no tenía sentido. Comimos bien, y aunque habíamos pedido bacalao, y el pulpo tenía sus ocho patas, sigo preguntándome dónde se fueron los euros. No es que fuera una "clavada" en toda regla, pero si un dato a considerar (por ustedes, me refiero). Hay muchos restaurantes donde sacarle más partido a 50 euros. En todo caso, no desmerece al sitio, y todo es cuestión de preguntar antes.
Dirección: Carretera General Del Norte, 152. EL SAUZAL. Teléfono: 665-768 860
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jueves, 14 de abril de 2011
El Lajar de Bello
Espectacular. Si viven por el Sur, dénse un saltito. Si viven más lejos, dense un salto. Uno de los mejores sitios donde he comido últimamente. Es un placer para la vista ver desfilar esos platos, que no se sabe bien qué es lo que llevan, pero que visualmente son una delicia, abren el apetito. Y cuando uno los cata, ve que no es solo la presentación, por lo menos lo que probamos nosotros estaba exquisito. Desde hace algo más de seis meses están ubicados en La Camella, en Arona, donde anteriormente había un restaurante mexicano (por la imagen de Google Maps). Según me enteré, antes estaban en Las Zocas, en San Miguel. La verdad es que por ése pequeño trecho desde el Valle de san Lorenzo hasta la Camella o Chayofa, por la zona alta de Arona, están creciendo bastantes restaurantes muy buenos. Para que despues se diga que en el Sur no se come bien, o que solo hay comida para "guiris".
El sitio nos brinda un espacio acogedor, aislado de los calores del exterior, donde se respira tranquilidad nada más abrir y cruzar la puerta, aún estando el comedor casi lleno, como era el caso de ése día. La decoración sobria, con la iluminación justa y suficiente espacio, en su comedor principal a la entrada junto a la barra, o en el interior separado por unas cristaleras, que supongo que dividirían en su momento la zona para fumadores. Me pareció que la cocina estaba en otro nivel, ya que los platos los recibían de un pequeño montacargas o montaplatos, no sé su nombre correcto. Cuando se abría ésa puertecilla disfrutaba uno viendo la presentación de los platos que iban apareciendo por allí. Por cierto, muy bueno el servicio, bien organizado y servido todo a su tiempo, pendientes de que termináramos con un plato para sacar otro y no convertir la mesa en un laberinto. De su carta, bastante amplia, reseñar unas cuantas cositas. Por ejemplo, de entrantes, Ensaladas varias, Almogrote con tostadas, Tostada de foie con cebolla caramelizada y jamón, Revueltos varios, unos "Ferrero Rocher" de morcilla, o Cordon bleu de bubangos con salsa de champiñones. De carne, Solomillo, Pollo o Ternera en varias preparaciones, y destacar el "Mar y tierra", un plato con secreto ibérico, choco (sepia), champiñon, bacon y papas. También preparan Lomos de bacalao encebollado con castañas.
Vamos con lo que pedimos nosotros, que para no florearlo con demasiados adjetivos, anticipo que estaba todo exquisito, con un sabor y una presentación de los platos inmejorable. Empezamos con un queso asado con mojos varios; una estupenda Ensaladilla hecha con papas negras; Un Pulpo frito con crujiente de bacon y majada de almendras; un contundente plato de Huevos estrellados con champiñones, y unas sabrosas Judias de Tolosa, servidas en dos pequeñas raciones individuales, ya que todos no querían picar de ése plato, aunque acabaron haciéndolo, y les encantó. De beber, pedimos unas cuatro o cinco cañas, un par de refrescos y agua. Nos pareció suficiente y no pedimos postre. Les resalto de la carta unas delicias de galleta, Bizcocho de hojaldre con natilla, Crema de piña o un surtido de postres para 4 personas. Pedimos dos cafés, y los acompañaron de unos aerosoles de licor para pulverizarlo en el café, un original detalle. Nos fuimos muy a gusto por unos 65€. Como comenté al principio, una buena comida, en un ambiente muy tranquilo y agradable, y con un servicio estupendo. Dénse un salto.
Dirección: Carretera General TF-28, nº 103. La Camella (ARONA) . Teléfono: 922-720 382
El sitio nos brinda un espacio acogedor, aislado de los calores del exterior, donde se respira tranquilidad nada más abrir y cruzar la puerta, aún estando el comedor casi lleno, como era el caso de ése día. La decoración sobria, con la iluminación justa y suficiente espacio, en su comedor principal a la entrada junto a la barra, o en el interior separado por unas cristaleras, que supongo que dividirían en su momento la zona para fumadores. Me pareció que la cocina estaba en otro nivel, ya que los platos los recibían de un pequeño montacargas o montaplatos, no sé su nombre correcto. Cuando se abría ésa puertecilla disfrutaba uno viendo la presentación de los platos que iban apareciendo por allí. Por cierto, muy bueno el servicio, bien organizado y servido todo a su tiempo, pendientes de que termináramos con un plato para sacar otro y no convertir la mesa en un laberinto. De su carta, bastante amplia, reseñar unas cuantas cositas. Por ejemplo, de entrantes, Ensaladas varias, Almogrote con tostadas, Tostada de foie con cebolla caramelizada y jamón, Revueltos varios, unos "Ferrero Rocher" de morcilla, o Cordon bleu de bubangos con salsa de champiñones. De carne, Solomillo, Pollo o Ternera en varias preparaciones, y destacar el "Mar y tierra", un plato con secreto ibérico, choco (sepia), champiñon, bacon y papas. También preparan Lomos de bacalao encebollado con castañas.
Vamos con lo que pedimos nosotros, que para no florearlo con demasiados adjetivos, anticipo que estaba todo exquisito, con un sabor y una presentación de los platos inmejorable. Empezamos con un queso asado con mojos varios; una estupenda Ensaladilla hecha con papas negras; Un Pulpo frito con crujiente de bacon y majada de almendras; un contundente plato de Huevos estrellados con champiñones, y unas sabrosas Judias de Tolosa, servidas en dos pequeñas raciones individuales, ya que todos no querían picar de ése plato, aunque acabaron haciéndolo, y les encantó. De beber, pedimos unas cuatro o cinco cañas, un par de refrescos y agua. Nos pareció suficiente y no pedimos postre. Les resalto de la carta unas delicias de galleta, Bizcocho de hojaldre con natilla, Crema de piña o un surtido de postres para 4 personas. Pedimos dos cafés, y los acompañaron de unos aerosoles de licor para pulverizarlo en el café, un original detalle. Nos fuimos muy a gusto por unos 65€. Como comenté al principio, una buena comida, en un ambiente muy tranquilo y agradable, y con un servicio estupendo. Dénse un salto.
Dirección: Carretera General TF-28, nº 103. La Camella (ARONA) . Teléfono: 922-720 382
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