martes, 30 de abril de 2013

Guachinche Los Parrandas II


El buen amigo del blog, Luis Merino, me puso sobre la pista de la apertura de un nuevo Guachinche. En realidad de dos, ya que el primero de Los Parrandas tampoco lo conocía. La relación de platos que me enumeró abría el apetito, pero me llamaron la atención en especial dos: las Potas y una Ropa vieja de potas, que oía por primera vez. Aunque parezca un contrasentido, la ubicación de los dos Guachinches, a poco mas de 5 kilómetros de mi casa, casi los excluye de nuestra ruta dominguera (por cercanos), en la que nos gusta más coger el coche y "rular" un poco por ahí. Pero había que encontrar hueco para probar esa Ropa Vieja. Decidimos hacerle una visita rápida al más nuevo de los dos. Primero por eso, por nuevo, y segundo porque nunca había estado en "La Cueva Caprichosa", restaurante que lleva ahí "toda la vida", con diferentes etapas y propietarios, pero nombrarlo era siempre sinónimo de sitio "fino", y "creativo" (caro, vamos). Ahora, en un viraje de ciento ochenta grados, se ubica el nuevo Guachinche de Los Parrandas.

Dicho sea sin ánimo de desmerecer al Guachinche, viendo las instalaciones, creo que ahora mismo son más adecuadas para un Guachinche que para el restaurante "fashion" que imaginaba a la Cueva Caprichosa. Seguramente tuvo su época, pero el recorrido por el pasillo de la entoldada entrada hasta esa barra-cueva, me pareció un pequeño viaje en el tiempo, hacia los felices 80, del 33 norte, Cintra o del Samantha. Ese pequeño recorrido a oscuras hasta llegar al ambientazo de música y gente bailando. Pero de día, y sin el encanto de los 80 ni de la música ni del ambiente. En mi opinión, para un restaurante de lujo están ya un poquito "demodé". Pero para un Guachinche, perfecto. Buen aparcamiento fuera, y una vez pasada la barra, se baja otro nivel hasta el comedor. Un amplio espacio en esa cueva, con bastantes mesas,  manteles de motivos canarios sustituyendo al fino hilo de antes, olor a buena comida y barullo "guachinchero".

Acababan de inaugurar, y tenían ya un buen número de mesas. Uno iba con la idea fija de probar ésa Ropa Vieja que me había puesto los dientes largos. Lástima. No había. Además de que venían de una larga noche de inauguración, que no les había permitido preparar muchos platos, me da la impresión de que no van a ofertar el mismo tipo de cocina que Los Parrandas 1. Los platos que me dijo (y que no recuerdo bien), no coincidían con los que me comentó el amigo Luis. Aquí parece que le van a dar un enfoque más de carne a la brasa y picoteo Canario.

No teníamos mucha hambre, fuimos sólo por lo de la Ropa Vieja. Pero algo había que probar, que aquello olía bien, y salían platos con muy buena pinta. Así que pedimos, como casi siempre, unas Garbanzas. Estaban muy ricas. La de toques diferentes que se le pueden dar a un mismo plato. Éstas estaban muy sabrosas, con un caldito muy bueno. Y pedimos también un Combinado que sirven, con salchicha blanca, roja y morcilla. Muy buenas y bien hechitas. Y pedimos de postre un buen quesillo con nata. No tengo mucha más información, salvo decir que lo que nosotros probamos estaba muy bueno. Como referencia, en las mesas contiguas no sobraba un cacho de carne ni de nada en los platos. Acompañamos la comida con dos cañas y un refresco, y pagamos unos 15 euros. Pinta bien, puede ser un buen sitio. Mucha suerte al equipo del Guachinche, y que dure.

Dirección: C/ La Brita, 9. Barranco Grande
SANTA CRUZ. Teléfono: 645-085 911


Coordenadas:
Latitud: 28.4391048 (28º 26' 20.78" N)
Longitud: -16.301873900000032 (16º 18' 6.75" W)
 

sábado, 20 de abril de 2013

Guachinche La Rampa



Abrir, y sobre todo, mantener un negocio es tarea complicada (si, llegué yo solo a esa brillante conclusión). Más si se trata de un negocio de hostelería. Abrir un Guachinche en La Corujera, donde hay casi más Guachinches que casas, le añade aún más dificultad. Y hacerlo casi puerta con puerta con el que podría ser el Guachinche más visitado de la zona, toma tintes de hazaña. La imagen era elocuente: cuando llegamos, en uno ya había cola por fuera para comer, y en éste apenas un par de mesas (aunque luego fue llegando alguna más). La competencia es buena, pero ésta dichosa época que nos está tocando atravesar se lo pone aún más difícil a los sitios nuevos, ya que la mayoría de la gente tiende a asegurar el tiro, en lo que a salidas a comer se refiere, y apuesta por lo conocido, antes que aventurarse a invertir los cuartos a ciegas en algo nuevo. Pues oiga, para eso está este blog, para dárselos a conocer un poquito. Aunque en el tema de los cuartos estamos como la mayoría (jodidos, con perdón), no nos importa llevarnos algún chasco de vez en cuando, porque también compensa disfrutar de sitios acogedores y recomendables como éste.

Llevan tres meses bregando por hacerse un hueco junto al Guachinche Emilio y Mar, que, con más de ocho años por allí, son uno de los referentes en La Corujera. El nombre le viene porque, para acceder a él, hay que bajar la  rampa que anteriormente daría acceso al garaje. En la entrada hay un pequeño comedor con un par de mesas, junto a la barra y la cocina. Ese comedor está presidido, como si de la chimenea de un saloncito se tratase, por la parrilla, donde se prepara la carne a la brasa a la vista, carne con una pinta tremenda. Junto a éste, el otro comedor, no muy amplio pero confortable. Comedor guachinchero, sencillo, con sus manteles de hule cubriendo las amplias mesas, y sus sillas de bobina. Unas pequeñas ventanas confieren un poco de luminosidad natural, anulando la sensación de estar en un garaje.

La carta, cortita pero sin que se le pueda objetar nada, o quizá si: que no tenga algo de postre. Supongo que todo se andará. Pero en cuanto a variedad, suficiente para un buen picoteo. Junto a lo que pedimos nosotros, ese día ofrecían Queso asado, Asadura, Carne de cabra, y además de Chuleta o Bistec de cerdo a la brasa, repito que con una pinta estupenda, servían un Pulpo guisado que había que verlo. Aquello era un trozo de Kraken.

Tras dar buena cuenta de un poco de chorizo "de perro", y como casi siempre,  empezamos degustando unas caseras y sabrosas Garbanzas, y unas Croquetas, también muy buenas. Le siguió un platito de Carne fiesta, tierna, un pelín seca, pero con muy buen sabor. Y terminamos con un tremendo bistec de cerdo, que respondía a la pinta que tenía. Estupendo de sabor, hechura y ternura. Habrá que ver como están esas chuletas. Como decía antes, no tienen postre, sólo helados. Mi hijo pidió uno. Para beber, una cuarta de vino y cuatro refrescos. Comimos muy bien, y la cuenta fué de poco más de 28 euros. Sin compararlo con nadie, y puliendo algunos detallitos lógicos de los comienzos, lo recomiendo. Y el hombre se esfuerza en que estén bien atendidos. Así que le deseo suerte, y que la gente le de una oportunidad. Luego él se ganará el que vuelvan (o no).


Dirección: Carretera nueva La Corujera, 129
SANTA ÚRSULA. Teléfonos: 665-888 094 / 608-450 407


Coordenadas:
Latitud: 28.4113147 (28º 24' 40.73" N)
Longitud: -16.498622999999952 (16º 29' 55.04" W)
 

miércoles, 17 de abril de 2013

Taberna Franco


No estaba seguro, para evitar conflictos, de comenzar el post haciendo la gracieta fácil (y mala) con el nombre del local, y decir que con Franco se lleva mejor la crisis, o que el paladar no entiende de ideologías. Que no se me moleste nadie. Dios me libre de frivolizar sobre el tema, pero creo que se puede comentar, con la perspectiva que nos da el tiempo transcurrido. La percepción que tengo de la época del Caudillo es histórica, de lo que he leído y me han contado, no como la de quien si la haya vivido (o sufrido). Cuando murió, yo era un chiquillo preocupado principalmente en salir a la calle a jugar a la pelota. Por eso lo veo como algo ya más que superado (aunque no olvidado), y sin cabida en nuestra sociedad actual.
Para los que si son sensibles al tema, les advierto: No es que sea un santuario, pero se ve que alguien por allí le tiene alguna simpatía al dictador. El amigo que me recomendó este sitio me lo recalcó: “la pega es el nombre, y las fotos de Franco que tiene por el comedor”. A mi, sinceramente, me da igual. Cada uno que tenga sus ideas mientras no se meta con nadie. Y no soy el único al que le da igual, salvo que haya una cantidad brutal e insospechada de fachas en la isla. Además, con tanta gente que había, ni me di cuenta de las fotos. 

La pega que yo le pondría no es ésa, sino otras: El barullo que formamos la gente que llenamos hasta los topes el comedor, y la extrema rapidez con que te sirven todo. Apenas pronunciada la última sílaba del pedido comenzaron a llegar los platos, y en un pispás estaba todo servido. Te sientes como presionado a terminar enseguida. Además tienes gente asomándose al comedor, clavándote la mirada y torciendo el gesto si ven que te demoras mucho en acabar. Bueno, y también es una pega para mi que no abran los Domingos, que es el día que salgo por ahí. Pero para echarse algo rápido entre semana, está bien.

Mi amigo me recomendó especialmente la Ropa Vieja. El primer intento entre semana murió en la barra. Aquello estaba a tope, y con cola para entrar en el comedor. Comedor amplio, del que no les pongo foto porque sólo se vería un bosque de cabezas (además, mal sacadas con el móvil). Parece el típico Bodegón, con una zona de barra en la entrada, y tras un pequeño pasillo, desde donde se aprecia el ajetreo en los fogones, se accede al comedor. No soy nada amigo de esperar mucho para comer, pero no me iba a ir de allí sin probar la Ropa Vieja. Cayó allí mismo, en la barra. Estoy de acuerdo con mi amigo. Está estupenda. 

La segunda vez la espera fue menor. Enseguida nos atendieron (tienen bastante personal), recitándonos una carta sorprendentemente amplia, para todos los gustos. Los camareros volaban desde la cocina a las diferentes mesas del abarrotado comedor, llevando platos con muy buena pinta. Si un sitio se pone de ésa manera día tras día será por algo. Y es que aquí, además de comer barato, se come bien. Esta vez pedimos un plato de Calamares, muy buenos y crujientes. El plato más caro, y fueron 5 euros. También estaban muy ricas las Potas en salsa, con sus papitas arrugadas. Y terminamos con unas sabrosas Costillas con papas. De éste plato pedimos otra media ración para llevar, a que las probara mi hijo, que salía del colegio. 2,50€ la media de costillas.  Nos quedamos a gusto con eso, y para beber pedimos una cerveza y dos refrescos. Todo por unos 21 euros. Un sitio bueno y barato. Y con no mirar las paredes...

Dirección: Camino el Vallado, 63. LA LAGUNA
Teléfono: 922-633 624


Coordenadas:
Latitud: 28.4830124 (28º 28' 58.84" N)
Longitud: -16.32703079999999 (16º 19' 37.31" W)
 

sábado, 6 de abril de 2013

Guachinche Casa Domingo El Cuervo



Volvemos a recorrer nuestros guachinches. Esta vez nos apetecía un buen plato de potas en salsa, plato que nos encanta, y que no es tan fácil de encontrar como parece. Por cierto, si alguien no sabe cómo prepararlas, les recomiendo lean la receta de un asiduo lector, Luis Daniel Merino, que anda estrenando blog, donde comparte sus creaciones culinarias. Aquí tienen el enlace, y que les aproveche. Si hay algún sitio donde ir sobre seguro a encontrar casi cualquier plato, ése es La Matanza, donde lo raro es entrar en una calle y que no haya algún Bodegón, Guachinche, Tasca o Restaurante. En éste caso, el que les vamos a comentar hoy comparte calle con al menos otros tres más, dos de los cuales anunciaban potas. Y guachinche, lo que se dice guachinche, quizá uno. Los demás, incluido éste, más bien los llamaría Bodegones. De hecho, como verán en el enlace de Google Maps, aquí se ubicaba antes la tasca La Siembra.

Nos gustó lo que vimos aquí, y entramos. Como decía, parece el típico Bodegón que tanto se estila por el Norte. Bajos de una casa, salón amplio, aunque no demasiado grande, con una zona de barra en la entrada y el comedor interior, con unos ventanales desde donde observar las vistas de la zona. Tienen un pequeño trozo de comedor acotado con biombos, como para celebraciones. La pizarra, curiosamente, era la que menor contenido ofrecía de los tres bodegones. Pero es que en los otros me parecieron hasta demasiados platos. A mi me gusta más así, una carta cortita y manejable. Presidía el comedor una gran Paella colocada sobre un mostrador, con muy buena pinta. Al final no  había mucho apetito, y nos quedamos sin probarla. Creo recordar que ofrecían, además de lo que pedimos nosotros, Carne fiesta, Queso blanco, Chuletas o Bistec de cerdo, y alguna cosita más.

El picoteo de hoy, que salvo el plato de potas, fueron todo medias raciones, eso si, bien colmadas, fue el siguiente: empezamos, como casi siempre, con un buen plato de Garbanzas, caseras y sabrosas. Las potas estaban muy tiernas, y con una buena salsa, de la que dimos cuenta con las papas arrugadas y el pan. Cayó otra vez (va entrando de nuevo en los pedidos), la Asadura. Bien la carne, y quizá le faltó un toquecito, tal vez más picante, a la salsa para hacerla más sabrosa, aunque estaba buena. Y terminamos con un tierno y rico Atún frito. Parecía una carne fiesta de atún. De postre, pedimos un Flan de café y un Mousse de chocolate. Y para  beber, la acostumbrada cuarta de vino con cuatro refrescos. El servicio, familiar, atento y rápido, quizá en exceso. Al ser casi todo platos de caldero, que sólo hay que calentar, llegaba enseguida a la mesa, sin dar tiempo a terminar el plato anterior. Pero estuvo bien, sin agobios. Un sitio recomendable, y más viendo la factura al final: da gusto salir satisfecho de un sitio, cuatro personas, por 25 euros justos.

Dirección: Carretera de San Antonio, 58
LA MATANZA DE ACENTEJO. Teléfono: 629-210 177

Coordenadas
Latitud: 28.4405407 (28º 26' 25.95" N)
Longitud: -16.455251299999986 (16º 27' 18.9" W)