No suele haber problemas para aparcar, ya que dispone de un gran aparcamiento propio. Al cruzar la entrada nos encontramos con un amplio salón, decorado de modo rústico, en el centro del cual hay dispuestas unas barras tipo self-service donde servirnos las ensaladas, entrantes y guarniciones. Al fondo, en una estancia junto a la cocina, podremos admirar y percibir el olor de la carne que se va asando, ensartada en las espadas con las que después nos servirán en la mesa.
Antes de empezar a recitar la comida que sirven les diré que recomiendo ir con el estómago vacío ( y con la cartera un poco llena, ya que, aunque no es de los caros, y ya se sabe con antelación el precio de lo que va a comer - 12€ por persona y 4€ los niños -, con las bebidas, postres y cafés seguro se les va a más de 20€ por persona, ya digo, no muy caro para todo lo que se come, pero no es de los que aquí recomendamos como barato ), ademas de tomárselo con calma, para no llenarse demasiado pronto y disfrutar de la comida.
En la parte de Self Service hay como unas 20 bandejas, recuerdo ensaladas, ensaladilla, huevos a la moscovita, arroz, aros de cebolla, plátanos fritos, papas fritas, papas revueltas, pimientos asados, tomates aliñados etc... además de varias salsas para acompañar, de las cuales se puede uno servir cuantas veces quiera.
La carne a la brasa, buenísima, nos la cortarán los camareros directamente en el plato. Cada uno lleva un tipo diferente en la espada, nos dirá lo que es y si nos apetece, nos cortará una porción. De toda la variedad recuerdo Ternera, Cerdo, Pata con salsa barbacoa, Muslos de pollo, Salchichas, Costillas de ternera, de cerdo, Ternera al ajillo, Pechuga de pavo con bacon, Ternera con bacon, Lomo de cerdo adobado y algunas más. Los camareros seguirán viniendo y repitiendo hasta que le indiquemos que no queremos más.
Luego de postre nos acercan a la mesa un expositor con los postres caseros y las tartas. Yo nunca he pedido postre porque cuando acabo con la carne ya no me cabe nada sólido, un café y voy servido.
Un único pero, y eso no tiene remedio, es el barullo que se monta cuando está lleno, las mesas están muy juntas para mi gusto, y hay mucha actividad de servicio, pero es un buen sitio para los que, como a mi, les encante la carne. Aquí podemos darnos un festín y ponernos morados, pero sólo una vez cada mucho tiempò, si no la acabaremos aborreciendo. Además prefiero el picotear cositas variadas por ésos sitios de Dios, con sus salsitas y sopeteos.
Dirección: Ctra. General del Norte, 441. Los Naranjeros, Tacoronte. Tel. 922 637 020
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