sábado, 26 de mayo de 2012

Bodegón La Palmera


Este restaurante ha cambiado ahora su nombre por el de "Fusión", y dedica su carta a la cocina canaria y asiática. Como la parte canaria ha quedado prácticamente igual, dejo aquí el comentario, y si quieren ver la parte asiática, aquí tienen el enlace. 

Publiqué un comentario sobre este sitio allá por el 2009, cuando empezaba el blog. Luego he ido unas cuantas veces más, y  no me preocupé de volver a comentarlo, ya que estaba puesto. Como han pasado unos añitos (que se notan más en este sector y en la situación en la que estamos, donde la pérdida de calidad, por los recortes de gastos, y los cierres están a la orden del día) se nos ha ocurrido que estaría bien  volver a algunos de los sitios antiguos que más nos hayan gustado, y comentarlos de nuevo, con la información actualizada, y con el apoyo de las imágenes que no teníamos al principio en muchos de ellos. Así que empezaremos por este, que nos gustó en su día y en las veces posteriores. Me alegra ver que no sólo siguen ahí, sino que han ido mejorando.
Como decía en su día, me encantaba la situación del restaurante. Aunque cercano a la autopista, su ubicación en alto, y en un sitio apartado, le confieren una tranquilidad y unas vistas privilegiadas. En la terraza exterior, cuando hace buen tiempo, se puede disfrutar de una buena comida al aire libre, y los críos recrearse en los hinchables que suelen habilitar para ellos. Si el tiempo no acompaña, la terraza cubierta también permite disfrutar de las vistas a través de los ventanales. Dispone además de otro comedor interior, amplio y confortable. 

Como ya les he contado, han sido varias las veces que he estado allí. Una de ellas fuí a cenar, y la verdad, luce mucho más bonito e íntimo de noche, con esas velitas en las mesas (de lamparita, por supuesto, no de verdad. No se vaya a pegar fuego la mesa). Fuí un viernes, y tenían música en vivo (como se debe tener la música en vivo, ambiental, y no un concierto que te impida hablar con el vecino). El tiempo acompañaba y se estaba muy a gusto en ese ambiente, además de comer muy bien. La carta es amplia y variada, con un poco de todo, bastantes entrantes, carnes, algo de pescado, de cuchara.... bastante donde elegir. Pulsando aquí la verán en detalle.    

Un plato que no falla cada vez que vamos es la Ropa Vieja. Ya desde la primera vez nos encantó, y siempre que vamos cae un platito. Siguen igual de ricas, con ese toque diferente. Esta vez además pedimos platos que no habíamos probado antes, como unas estupendas Albóndigas en salsa, o dos platos que anuncian en su carta como especialidades: El Conejo en salmorejo y el Bacalao encebollado, y también unas papitas arrugadas. Los platos estaban muy buenos, aunque, a fuer de ser sinceros, la cantidad en los platos estrella me pareció a mi un pelín escasa para el precio del plato (7,70 euros el conejo y 8,20 el bacalao, papas aparte). Los postres siempre nos han gustado, los caseros los hacen muy buenos. Pedimos (y repetimos) un Mousse de gofio, y también una Tarta de limón con una pinta estupenda, y mejor sabor. Para beber, una cuarta de vino, cinco refrescos y agua. Luego el cafecito, y un chupito que nos brindaron. El servicio, como siempre, muy atento, familiar, explicando muy bien los platos que preparan, y lo buenos que están (que esperaban. Yo aún no he tropezado con nadie que, en un arranque de sinceridad, me diga: "no pida tal cosa, que hoy nos quedó de pena"). Se sigue comiendo muy bien, y aunque en esta ocasión, el precio no fué tan bueno como otras veces (la cuenta fué de algo mas de 58 euros, precio un pelín alto por lo antes comentado del bacalao y el Conejo), como decía, aún así lo recomiendo de nuevo. 

 Dirección: El Ramal S/N. LA OROTAVA. Teléfono 922-334 624

sábado, 19 de mayo de 2012

Bodegón Plaza (Casa Juan)



¡A quien se le ocurre ir el Día de la Madre a comer a un restaurante, sin reservar antes!. No se podrán quejar los restaurantes (por lo menos por los que pasamos nosotros, y fueron unos cuantos), de la afluencia de clientes durante el primer Domingo de Mayo. Nosotros fuimos a un sitio en la zona del Bollullo, en La Orotava, no a celebrar el Día de la Madre, sino, como otras veces, a ver que tal estaba, y no caí en la cuenta de que podía pasar lo que nos pasó. Todo lleno hasta las 3 de la tarde (era la una).

Empezamos entonces una ruta que pasó por La Orotava, Los Realejos, Icod el Alto y La Guancha, en la que alternamos sitios completamente llenos, con algunos que decepcionaban un poco al entrar. Seguimos hasta llegar a Garachico. Paramos por allí,  (con un calor que ya empezaba a ser agobiante), y recorrimos andando varios sitios. Todos hasta la bandera, y en alguno nos recibían casi con cajas destempladas. No entiendo que alguien se enfade, con la que tenemos encima, por tener el comedor lleno. Sobre todo que se enfaden con el cliente que entra a comer, en horario de comedor. Con decir (como hicieron la mayoría de los sitios) que está ocupado, y que hay que esperar por mesa, entendido. Uno decidirá si espera o no, y santas pascuas. Pero tratando así a la gente, además de no esperar, lo que se garantizan es que la gente no vuelva. Afortunadamente fueron minoría, y además nos permitió conocer el sitio que les comento hoy, que no había visto antes. 

De vuelta hacia el coche, para dejar la zona, vimos esta casita antigua, con varios carteles en la fachada mostrando lo que ofrecían, y entramos a mirar. También estaba lleno, pero, aquí si, el señor, muy amable, nos ofreció dos opciones: montarnos una mesa pequeña en el patio interior, donde ya había unas cuantas mesas ocupadas, o esperar de diez a quince minutos a que terminara una mesa. Como íbamos a estar muy apretados, optamos por esperar. Y fueron realmente unos quince minutos. Además, terminó también un grupo bastante numeroso de turistas, con lo cual nos quedamos casi solos en ese comedor. La casa tiene varias estancias convertidas en comedores, creo que tres habitaciones, además de la zona de patio, donde también hay mesas. Una casa antigua, la típica casa de comidas, acogedora, donde se estaba fresquito, y que no parece (aunque lo esté) mas orientada al turismo extranjero que busca la "typical canarian food", que al residente. Tampoco en los precios, como comprobé después. Y aquí (no como en otros sitios de la zona que se anuncian) si tienen "typical canarian food", como pueden ver pulsando este enlace.  No tenían todo lo que aquí anuncian, pero si había bastante variedad. Fuera de carta tenían Rancho canario, Potaje de berros y carne de cabra.

No sé si es costumbre, o fué por habernos hecho esperar, pero nos pusieron un platito de salpicón de palitos de cangrejo para picar, mientras decidíamos que pedir. La verdad es que el servicio fué muy bueno en todo momento. Pedimos unas buenas Garbanzas, y también un jugoso plato de Carne con papas. El Conejo en salmorejo estaba muy rico, y con las papas arrugadas venían unos trozos de pella de gofio, muy dulces y sabrosos. Nos encantaron y pedimos un poco más. Y el plato que más nos gustó: Las costillas en adobo. Realmente exquisitas. Las costillas, tiernas y carnosas, y el adobo sabroso. De postre pedimos flan de vainilla, y flan de chocolate. Lo único flojo de la tarde. El sabor y la textura eran mejorables. Dicen que son caseros, pero no me lo parecieron. O parecían hechos en casa, pero preparado de sobre (no tengo nada en contra, si el resultado final es bueno, pero no fué el caso). De beber, una cuarta de vino, cuatro refrescos y agua. Comimos muy bien, con la salvedad de los postres, y creo que salir lleno y satisfecho, en Garachico, por poco mas de 37 euros, está pero que muy bien. Una razón más para acercarse a este bello rincón, además de contemplar su flamante puerto deportivo y pesquero, o de recorrer la Ruta del concurso "De tapas por Garachico", hasta el 3 de Junio. Aquí tienen la relación de participantes. Que aproveche. 

 
Dirección: C/ Martínez de Fuentes 7. GARACHICO
Teléfonos: 922-133 488 / 922-133 403

martes, 15 de mayo de 2012

La Bodega de Zenón


Si en el post anterior les decía que el que quisiera ir a la Bodega el Reloj tendría que esperar al mes que viene, ya que había cerrado por vacaciones, en el caso de hoy, si quieren pasarse por este Guachinche, les queda poco tiempo, ya que a final de mes cierra sus puertas hasta nueva temporada, para el año que viene probablemente. Por eso les adelanto este comentario rápido, que les sirva para algo este año al que quiera probar.

Para una vez que hay un Guachinche al que no hay que llegar recorriendo carreteras sinuosas y empinadas, ya que está en plena carretera general, yo no lo veo. Y mira que he pasado veces por ahí. Lo que pasa es que, entre que el cartel no es muy grande, y la entrada está casi siempre tapada por los coches que aparcan delante, es fácil pasar de largo sin darse cuenta. Hace unos días me hablaron muy bien de el unos amigos con los que fui a cenar, y este pasado Domingo nos acercamos por allí.

¡Que tiempo estamos teniendo estos días!. Parece Agosto. Al llegar allí  marcaba el termómetro casi 40 grados, que fueron como una bofetada al salir del coche, donde estábamos muy a gusto por el aire acondicionado. Entramos a toda prisa huyendo del calor, y nos sorprendió gratamente el fresquito que había dentro, en esa cueva de techo alto, con mucho bloque de canto blanco, y decorada con barriles y útiles de vendimia y elaboración de vino. No se si la cueva era natural o decoración. Dentro mientras comíamos no nos fijamos en profundidad, nos pareció estar dentro de una cueva natural, pero al salir me fijé en la casa y no tenía aspecto de estar sobre alguna montaña o elevación que permitiera ese hueco. Sea natural o no, se estaba muy confortable dentro, y esa semioscuriodad del comedor de la entrada le daba un punto extra de intimidad. En la estancia contigua, convivían el otro comedor y la cocina a la vista. 

Mis amigos me hablaron muy bien del vino que se servía allí, aunque yo de eso no puedo opinar. En cuanto a la comida, cocina casera, donde se puede encontrar, además de lo que probamos y que detallaré después, una gran ensalada (por el tamaño de los platos que vi pasar), Lapas, Chicharrones, creo recordar que Pescado salado y Garbanzas, además de Bistec y Chuleta, aunque ese día los hacían a la plancha, ya que no estaba el tiempo para más brasas. Nos sirvió don Zenón un poquito de un almogrote estupendo, que preparan allí, con un toque personal de tomate que le da un sabor diferente y muy rico.    

Nosotros pedimos un buen platito de Ropa Vieja, con un toque diferente, sin mucha salsa y con un sabor un poco picantón muy rico, que me recordó a otras que me encantan, de otro guachinche que está en La Matanza (y que no voy a nombrar otra vez, no vaya a pensar la gente que Casa Yayi me paga algo...).El plato que más nos gusto fue el de Fabada. ¡Que buenas estaban!. Nos dijo que eran judías pintas de Sevilla, sea por lo que fuere, estaba estupendo el plato. También estaba muy buena la carne fiesta. El pulpo guisado... al pulpo a lo mejor habría que haberle leído algún periódico que hablara de la economía española, seguro que con el susto se hubiera ablandado más. No tenía su punto de guiso, había trozos bastante duros. Aprovechamos las buenas papitas negras arrugadas para dar buena cuenta del plato de tollos, este si, muy bueno. De postre pedimos tartas caseras, una de galleta, y otra de piña. Estaban muy buenas las dos, especialmente la de piña. El servicio, trato familiar, y muy pendientes de las mesas, incluso cuando se empezó a llenar y se les veía algo desbordados. Nos gustó mucho el sitio, y, con el pequeño lunar del pulpo, la comida estaba muy buena. Del vino no puedo opinar (además de que no entiendo, les recuerdo que siempre lo estropeo con seven up), aunque tomamos una cuartita, y unos seis refrescos y agua. Y la cuenta final, en la media, poco más de cuarenta euros. Una pena que no abra más tiempo. El que quiera probar, que aproveche.

Dirección: Carretera General del Norte, 97. EL SAUZAL
Teléfono: 670-885 349

sábado, 12 de mayo de 2012

Bodega El Reloj


Otra recomendación que me llega por correo, de un lector habitual. Gracias al amigo Luis Merino, por participar tan activamente en el blog, con los comentarios que va dejando en las diferentes entradas. Y gracias también por darme a conocer este sitio, ya que, aunque está en una zona relativamente cercana, en La Florida (La Orotava), por su situación alejada de la carretera principal, no hubiera sido probable que lo encontrara en una de esas salidas sin rumbo fijo que hacemos a veces.Y me hubiera perdido un sitio estupendo.

¿Es un Guachinche?. ¿Un Bodegón?. ¿Un Restaurante?. Parece un poco todo ello. Evoca a un Guachinche en esas mesas colocadas a lo largo de la terraza (mi debilidad, comer al aire libre. Me lo pido para ir cuando haga mejor tiempo, y disfrutar de las preciosas vistas), o en ese gato que paseaba sin temor por todas las estancias . También en la "carta" manuscrita que entregan al sentarnos a la mesa, o a la hora de pagar. Nos acercamos a la barra, y allí estaba la señora, cuaderno cuadriculado y calculadora en mano, a la vieja usanza, afanándose en cuadrar la cuenta de las diferentes mesas, cuenta que resulta un simple trozo de papel con el número de mesa y el importe total, sin más. El interior, de estilo rústico, bien podría pasar por uno de los típicos Bodegones del Norte, con esas sillas plegables de madera, quizá adornado con más detalles, haciéndolo confortable y acogedor. Y llegando a lo primordial, las viandas, aquí se preparan platos muy bien elaborados, que no tienen nada que envidiar a un buen restaurante de cocina creativa.

Está en las medianías de la Orotava, cerca del desvío hacia Aguamansa, en La Florida. Una preciosa casa antigua, en una zona tranquila y de poco paso, desde la cual se disfruta de unas estupendas vistas. Dispone de un pequeño aparcamiento propio cerca de la entrada. Cuando llegamos no había muchas mesas, y aunque se fue llenando (el comedor interior por completo, y tuvieron que habilitar alguna mesa fuera, a pesar de que el tiempo no era precisamente propicio), allí El Reloj caminaba con pausa. No había jaleo, el servicio era ágil y atento, y los platos fueron llegando al ritmo que nos gusta, poco a poco y sin grandes espacios entre ellos.

En su carta pueden encontrar, entre otras cosas, Queso palmero con mermelada de pimientos y frutos secos, Cebolletas rebozadas, Ensalada de pimientos asados con ventresca de atún, Alcachofas frescas salteadas con ajito y panceta ahumada, Melva a la espalda, o unos Chipirones con encebollado de boletus, que vi pasar con muy buena pinta. Además, sirven para la espera un platito de chorizo palmero "flambeado" muy rico. Van variando los platos de la carta. Yo iba con la intención de probar algunos que me habían puesto los dientes largos, unos Judiones de la Orotava con chorizo ibérico y costilla,  o unos Ravioli de queso de cabra con miel de palma. Ese día no los tenían, así que habrá que volver.

Lo que si probamos, después de dar buena cuenta del chorizo palmero, fue un sabroso plato de Alubias, gran plato que recomiendo. Pedimos queso asado, que nos sorprendió por su preparación: Lo meten el el horno acompañado de tomate natural, y orégano. Una manera muy sabrosa de prepararlo. Recomiendo dejar que se repose antes de meterle mano, para que el queso, que llega muy fundido, se endurezca de nuevo, siendo más fácil de comer, y de apreciar su sabor. Muy buenos también los ya cada vez más clásicos Huevos al estampido. Nos gustó bastante la Carne fiesta, tenía un nosequé, que le daba un sabor algo diferente al tradicional, muy rico. Y, ¡que decir del Bacalao a la vizcaína!. Grueso, tierno y con una salsa estupenda. De postre, una Panna cotta (por si no se entiende en italiano, lo traduzco: panacota), y uno de los mejores quesillos que he probado. Acompañamos con una cuarta de vino, seis refrescos y agua. Rematamos con dos cafés. Y en cuanto al precio, no está mal teniendo en cuenta lo que comimos, poco mas de 52 euros. Muy buen sitio, tanto por la comida como por el entorno, que recomiendo visitar. Eso si, tendrá que ser a partir de Junio, ya que cierran durante este mes.

Dirección: Camino Los Frontones, s/n. La Florida  (LA OROTAVA)
Teléfono: 696-386 524

sábado, 5 de mayo de 2012

Guachinche Parralito

  
Como decía en el post anterior, esta vez toca Guachinche, que por otra parte veo que son los sitios preferidos, ya que casi copan semana tras semana el ránking de los cinco mas leídos. Ránking que curiosamente encabeza, a una distancia considerable del segundo, un Guachinche que no está en el Norte (amén de que de Guachinche sólo tiene el nombre, ya lo detallamos en el en el post correspondiente, aunque, olvidándonos de lo del nombre, la verdad es que se come muy bien). 

Un lector habitual de este blog, Juan Cabrera, con el que me comunico esporádicamente a través del correo, me envió un listado que circula por ahí, con una relación de Guachinches y Bodegones, y me comentó sus impresiones sobre alguno en el que había estado. Yo tomé nota de un par de ellos para hacer una visita, por la zona de Agua García y Ravelo. Enfilamos un Domingo rumbo a la zona, y la verdad es que no tuvimos suerte. El que no estaba muy lleno estaba completamente vacío, y no nos gustó lo que vimos. Al final no fuimos a ninguno de la lista. Para no perder el viaje, dado que se nos echaba el tiempo encima,  y estábamos cerca, nos dirigimos a La Matanza, donde lo difícil es no encontrarse con un guachinche. También estaba concurrida la zona, y después de ver los tres o cuatro que hay en la pendiente que baja por la calle San Cristóbal, entramos en este.

Es el típico Guachinche, situado en los bajos de la casa, con paredes y techos sin encalar. Allí se reparten las siete u ocho mesas de la que dispone el comedor, que por cierto se llenó en poco tiempo. En un rincón, un espacio que ocupa la pequeña barra con la cocina. En la pizarra, los platos que ofrecen. Aunque no son muchos (como buen guachinche), abarcan un poco de todo, suficiente para acompañar al vino que anuncian de su cosecha. No tiene carne a la brasa, ya que no dispone de parrilla. Haciendo click sobre la foto, pueden ver lo que ofrecían ese día.

Tenían Rancho canario, y la verdad, me quedé con las ganas de probarlo. Pedimos un platito de Garbanzas, ricas, ricas. Al poco, las borraron de la pizarra porque se les habían acabado. También estaba muy buena la Carne con papas, tierna la carne y con una salsa muy sabrosa. Lo que nos pareció francamente mejorable (siendo sinceros, no nos gustaron nada) fueron la Ensaladilla y las Croquetas. Buena pinta, caseras, pero con un sabor fuerte y nada agradable al paladar. Subió el nivel  de nuevo el Pulpo guisado con papas arrugadas, en su punto. Y terminó mejor con el postre que pedimos (y repetimos). No soy mucho de postre, pero puedo decir que es de los mejores flanes de chocolate que he probado. También tenían quesillo o helados.  El servicio fue bueno y rápido, y bien de precio. Con una cuarta de vino y cinco refrescos, salió la cuenta por unos 39 euros. No es mal sitio, aunque en esa competida zona, y después de probar en unos cuantos, de momento ninguno como mi Casa Yayi de mi alma.


Dirección: Calle San Cristóbal nº 66. LA MATANZA DE ACENTEJO.
Teléfono: 922-577 980