sábado, 25 de agosto de 2012

Otelo


Hace tiempo que no me dejaba caer por el Sur. Con estos calores, para ir a comer apetece más refrescar la vista con el verde del Norte, y buscar temperaturas algo más suaves. En esta ocasión, en que estábamos pasando unos días por el Sur, fuimos a buscar sitio. En principio queríamos ir a Santiago del Teide, por la cosita esa de que es el único municipio que no sale aún en el blog. Pero luego se nos fue yendo la hora, y acabamos aquí, que es un restaurante bastante conocido y reconocido por la zona.

A menudo me comentan que en el Sur no se come bien ni barato, y que la mayoría de los sitios están orientados sólo al turismo. Siempre digo que hay que desterrar esa idea, y que las cosas han cambiado. Hay muchos restaurantes buenos por ese Sur, y yo he estado en unos cuantos. Y tengo que decir que éste  no es uno de ellos. Y me sorprendió, porque con la fama que le precede y el tiempo que lleva, no esperaba esa decepción final, y por las dos cosas de las que se me queja la gente: La comida y el precio. Y tampoco el servicio fue para tirar cohetes. Tiene cosas buenas, pero hasta eso, dentro del desencanto general, pierde atractivo, así que se los cuento como lo vi.

El restaurante está en una zona privilegiada, en lo alto de Adeje, sobre el barranco del infierno. Dispone de aparcamiento propio, aunque también en las cercanías se aparca bien, pero entonces, la pechadita de pendiente se nota. Además de dos grandes comedores interiores, dispone de otro en una amplia terraza junto al Barranco del Infierno. Estaba llena, y teníamos que esperar una media hora si queríamos comer allí, así que nos sentamos dentro. También había bastante gente, y era un pelín ruidoso el ambiente. Pero se podía estar. .

La carta, no muy amplia, ofrece varias ensaladas, huevos, tortillas, y carnes. Sobre todo el pollo al ajillo, por lo que son famosos. Que tendrá Adeje con los pollos. Igual en quinientos metros a la redonda se consumen mas pollos que en toda la zona Sur. Asados, con mojo, al ajillo.... para todos los gustos. Pulsando aquí tienen el detalle de la carta. Verán que los precios, aparentemente, están dentro de la media.

Pedimos una ensalada de pollo. Tenía su tomate, su lechuga, su zanahoria, su maíz y su pollo. Pero no tenía gracia. Resultaba insulsa, los ingredientes parecían "lanzados" al plato de cualquier manera, rematados con un chorrito de salsa, y a la mesa. Perdonen las comparaciones, que dicen que son odiosas, pero va a haber un par de ellas hoy.  No muy lejos de allí, y con menos ingredientes, preparan unas ensaladas para chuparse los dedos. Pedimos también conejo en salmorejo. Estaba bueno, pero no merecía los casi nueve euros (casi diez con las papas) que piden por ese trozo de conejo servido en esa cazuelita. Pedimos el famoso pollo frito, para tres. Nos pareció un plato ridículo para tres personas, pero luego en la factura vi que nos lo habían puesto para dos. El pollo no me pareció gran cosa, para la fama que tienen. Un buen pollo frito, sin más. No se notaba el ajillo, pero estaba bien fritito. Segunda comparación. Muy cerquita de allí, por lo menos en dos sitios, he probado, como muchos de ustedes, los famosos pollos con mojo de Adeje, espectaculares.

A todo esto, habíamos pedido primero que nada unos spaghetti para el pequeño, que quería algo más ligero. Nunca llegaron. Mientras esperaba por el plato, estuvo picando de lo nuestro, y perdió el hambre, así que ya ni quisimos reclamarlo. Uno comprende que el camarero se pueda despistar y no anotarlo en el pedido. Lo que ya no es tan comprensible es que, habiéndolo apuntado, en la cocina no se den cuenta de que no se ha servido en la mesa. Lo digo porque al final, nos lo cobraron, y tuvieron que hacer la devolución. Tenían jaleo, pero supongo que estarán acostumbrados, ya que es un sitio muy visitado, y tienen bastante personal. Pero ese día no fué muy bueno el servicio. De postre pedimos quesillo y un helado. Para beber, una cuarta de vino, cuatro refrescos y agua. Vale los dos euros del refresco de 300 ml., pero a mi me parece excesivo pedir 2 euros por una botella de agua. Cae peor éso que lo del conejo. Salí con la sensación de que nos habían clavado, aunque viendo la factura final, unos cuarenta y siete euros, no lo parezca. Seguramente el cúmulo de cosas dió pie a esa sensación. Lo cierto es que esperaba más del sitio.

Dirección: calle los Molinos 44. Barranco del Infierno
ADEJE. Teléfono: 922-780 374

sábado, 18 de agosto de 2012

Guachinche El Pino



La mayoría de lectores de este blog pasean por él buscando, preferentemente, sitios donde comer baratito (que cosa más extraña). Dominan siempre la lista de los posts más leídos los referidos a Bodegones o Guachinches. Pues anoten este sitio. Hoy les traigo una perlita que encontré por el camino, de casualidad. No porque esté en un sitio apartado, de hecho está cerca del meollo de la zona del Toscal- Longuera, en Los Realejos. Pero es un tramo por donde no había pasado nunca. Hace un par de semanas, iba por la zona, y me encontré la calle la Longuera, en su tramo (para mi) más transitado, patas arriba, cerrada al tráfico por obras. No sé cuanto tiempo llevará así, pero me imagino lo contentos que deben estar los propietarios de los negocios que están en esa calle. El hecho es que el desvío me llevo hasta esta, que también forma parte de la calle la Longuera, y reparamos en la casita con el cartel de "Bar Guachinche". Paramos a ver que tal estaba, y nos gustó, aunque estaba vacío. Esa no fué la razón de que no nos quedáramos, sino que ese día buscábamos donde echarnos una buena carne a la brasa, y allí no la preparaban. Pero tomamos nota del sitio para ir en cuanto pudiéramos. 

Sin entrar en el debate de si es un Guachinche o no (evidentemente  no lo es, pero yo ya no entro en esa guerra. Uno va a disfrutar de una buena comida. Lo demás, que lo arregle el organismo "competente"), la casita la han dejado bastante coqueta, convirtiéndola en un sitio acogedor, con varios comedores. Uno en la entrada junto a la barra, un par de mesitas más en un pasillo al lado del patio central, cubierto, la zona que más me gustó, donde también hay unas cuantas mesas. Y, de una semana a otra, ¡vaya cambio!. Si la semana anterior no había nadie, en esta ocasión estaba a tope, y repartiendo números. Afortunadamente no tuvimos que esperar mucho, pero no pudimos ir al patio.
Ofrecen una carta cortita, pero suficiente para un buen picoteo, y con un poquito de todo. Comida casera, muy buena, por lo menos lo que comimos nosotros, y los platos que vimos pasar, tenían muy buena pinta. Pulsando aquí verán el detalle de su carta, y, sobre todo, los precios. Me llamó la atención lo demandados que estaban los jamoncitos de pollo. Nosotros no los pedimos, pero ampliando la foto que está bajo estas lineas podrán ver en detalle el plato.

A pesar de estar lleno, no había barullo. Se estaba bien, salvo por la temperatura. Nos pilló en plena ola de calor, y bien que la sufrimos en el comedor. Se agradecían las rachitas de aire que entraban de vez en cuando de la calle, pero se hubiera agradecido más algún ventilador cerca. Pero bueno, se pudo soportar. A lo que si afectó el estar lleno fue al servicio. Pese a que nos atendieron bien, y con ganas, se les veía un poco desbordados, y el primer plato de nuestro pedido se hizo esperar bastante. Una vez llegó el primero, el resto ya fué a buen ritmo.

Nos entretuvimos con un poquito de pan acompañado de, como me lo denominaron en otro sitio, "paté canario". Un poco de chorizo "de perro", al que,  cada vez más, se acostumbra a flambear. Empezamos con una estupenda Fabada. No estaba el tiempo para ese plato (la verdad es que no estaba para ninguno), pero estaba muy sabrosa. También estaban buenos los churros de pescado, gruesos, muy gruesos y crujientes. De los mejores que hemos probado. Las costillas con papas no tenían nada que envidiar a la de los restaurantes que primero nos vienen a la memoria cuando nombramos éste plato, y el mojo tenía  su puntito picón. Y terminamos con un Pulpo, guisado en su punto, con su pimienta, aceite y vinagre, acompañado de unas papas bonitas arrugadas. De postre, pedimos dos Tartas caseras de galleta, y un helado. Para beber, además de vino tinto, tenían un blanco buenísimo que bajaba como nada (como siempre, rebajado con Seven Up). Cayeron 2 cuartitas, con un Seven Up de litro, además de otros dos refrescos y agua. Nos gustó mucho el sitio, y más al ver la factura:  nos costó menos de 35 euros. Ya les digo, tomen nota.

Dirección: C/ La Longuera, 102. LOS REALEJOS
Teléfono: 658-395 751

sábado, 4 de agosto de 2012

San Diego

No me entusiasman los restaurantes que parecen enfocados a atraer a "guiris", y turismo en general.  Son muchos los que ofrecen fuegos de artificio en forma de cartas inmensas,  con infinidad de platos, tantos que los tienen que numerar, con banderitas y fotos de la "canarian food", que luego ni es "canarian", y a veces ni siquiera es "food". Y la calidad y el servicio no se corresponden en absoluto con la clavada final en la factura. A mi, no se por qué, este sitio, que además no está lejos de la playa, me daba ésa impresión. Ya conté aquí la aventura de encontrar sitio en un restaurante el día de la Madre. Pues ese día, cuando ya empezábamos a desesperar por no encontrar sitio, y pese a que no me gustaba mucho, paramos también aquí

Viendo su carta (85 platos, más cuatro menús de niño, y más de cincuenta referencias y tamaños de vinos) parecía confirmarse esa impresión. Tampoco había sitio, pero, una vez dentro, aquello no se correspondía con la (mala) imagen que yo tenía. Pese a que estaba lleno, no había jaleo, ni platos con comida "de chiringuito". Por no haber, no vi ni "guiris". Hablando con una de las camareras, me dijo que allí preparaban los mejores Calamares a la Romana de la isla,  y tal era su seguridad que nos "retó" a comprobarlo. Nos marchamos, pero con idea de volver otro día.

Hace poco fuimos con unos amigos, y al entrar, la imagen era incluso mejor. Ese día no había mucha gente, estaba muy tranquilo parecía hasta mayor, y con mejores vistas sobre la zona del Bollullo. Tiene varios comedores. Uno pequeño en la zona de la barra, con bancos sin respaldo, donde por cierto, vi como un grupo de personas, que venían de la playa, ocupaba unas cuantas mesas, y, tras pedir un par de refrescos y cervezas, sacaban de los bolsos unos bocatas y unas fiambreras, y allí mismo dieron cuenta de ellos. Debe ser habitual, o sería por educación, porque allí nadie se inmutó. A mi no me parece normal, pero bueno.... como todos cojan la costumbre, menudo negocio.  Como decía, luego tiene dos comedores más en diferentes plantas. Decorado estilo rústico, con mucha madera, laja vista en las paredes y techo cubierto con cañizo.

Con el número de platos de la carta, acabaría antes diciéndoles qué es lo que no tienen. Hay de todo. Por destacarles algo, aparte de lo que comimos nosotros, me llamó la atención la Ensalada pareja feliz, los Pinchos morunos, el Tomate con gambas al ajillo, las Fabes con Bacalao o el Solomillo de cerdo ibérico con salsa de mostaza y naranja. El servicio y la atención fueron muy buenos. Tienen bastante personal, y muy atento.

La presentación de los platos, confirmó mi poco ojo para clasificar los sitios a la primera impresión. Nada que ver con  los "chiringuitos". Una presentación muy cuidada, que invitaba a comérselo. Y el sabor, en consonancia con la presentación. Nos pusieron para empezar  un poco de almogrote (bueno, un poco. El equivalente casi a dos botes pequeños). Pedimos un rico revuelto de queso y aguacate, una bandeja de Chistorras, una Ropa vieja muy sabrosa, Pulpo frito, Papas arrugadas con mojo para acompañar, y, por supuesto, sus famosos Calamares a la romana. No diré que son los mejores de la isla, (¡anda que no me quedan sitios en la isla por probar todavía!), pero si están entre los tres mejores que he comido. Tiernos, sabrosos, y con el punto justo de fritura y harina. De postre, algún helado, un postre de mango y un mousse de chocolate. Caseros y muy buenos. Nos bebimos un litro de vino, unos nueve refrescos, y agua. Y de precio no está mal, pagamos unos 83 euros, que saldría a unos 12 euros por persona. Nada que ver con lo que yo pensaba del sitio. Muy recomendable.


Dirección: El Rincón, 43. LA OROTAVA
Teléfono: 922-331 242