domingo, 27 de diciembre de 2009

Tasca La Carambola


Hace ya tiempo que estuve aquí, pero ahora que estoy reflejando en éste blog los sitios a los que voy, traeré algunos que en mi opinión merecen estar aquí y que aún estén frescos en mi memoria, para que el que no lo conozca lo visite. La verdad es que es un sitio al que me gustaría volver algún día, cuando tenga paciencia para ello, porque cuando fuí me hubiera sido más fácil coger sitio en El Bulli del maestro Adriá. ¡Tremenda odisea para poder entrar a comer!.

Había oido y leido bastante sobre la excelencia de la tortilla que preparaban aquí, con mojo y gofio espolvoreado por encima, así que, noveleros que somos en mi familia, un día decidimos irnos al Sauzal a probarla. Domingo de mañanita, preparados, salimos a dar una vuelta y, llegando la hora de comer, enfilamos rumbo al restaurante. Al llegar allí ¡Cerrado!, ¡un Domingo!. Pues sí, cerraban los Domingos. Día perdido, nos fuimos a otro lado.

Al poco tiempo, segundo intento. Viernes a las 9 de la noche después del trabajo, hoy vamos a probar la tortilla. A la hora que llegamos, que normalmente es cuando se empieza a entrar a comer, nos encontramos el restaurante a tope, incluidas unas pequeñas mesas a la entrada para picotear. Preguntamos en la barra y ¡hasta hora y media o más no había mesa libre! (Claro. Entraron todos a la vez y no había empezado a comer nadie). Nos volvimos a ir a otro sitio maldiciendo la dichosa tortillita y jurando no volver más, dos viajes al Sauzal para nada.

Pero pasado el tiempo, y con una mezcla de tentación por probarla y de orgullo de "esta vez cojo mesa por mis narices", decidimos ir y nos plantamos allí un sábado desde las doce o así, sentados en el coche atentos a que abrieran la puerta para abalanzarnos a una mesa. Noté que en la mayoría de coches aparcados en ésa pequeña calle donde está el restaurante, estaban sus ocupantes dentro, como nosotros, esperando, y nos miraron como en cualquier cola como diciendo "estoy antes que tú, eres el ultimo". ¡que locura por una tortilla, como tendrá que estar!.

Para no extenderme más, ésta vez sí pudimos entrar, y por fin pudimos probar la tortillita de marras. Con las expectativas tan altas que tenía, ya no me pareció tan maravillosa, aunque estaba muy buena. También tengo que decir que el sitio está muy bien, pequeño, por éso las colas, acogedor, familiar, donde, aparte de la tortilla con gofio y de otras variedades, se pueden picotear unos platos muy buenos, como la ensalada de la casa, con queso y jamón, muy abundante, o unas papas a la carambola, servidas en una cazuela de barro con una bechamel, gratinadas, y por dentro muy sabrosas, montaditos de bacalao, etc.. Todo está muy bueno y en platos bien colmaditos. Además se come bastante barato, sobre 12/14€ por persona con refrescos y agua. La verdad es que ahora recordándolo me están entrando ganas de volver. No vayan como yo, tomen nota del teléfono para que les digan los horarios de apertura, pues son un poco especiales, y madruguen.

Dirección: Calle Macetas, 8. El Sauzal. Teléfono 922-570 891

11 comentarios:

  1. Pues este es uno de los que no pienso volver.

    Me pasó mas o menos como a ti, tras dos intentos un domingo y un lunes festivo... un viernes tempranito me pase por alli.

    La comida estaba buena, pero tampoco nada del otro mundo (a veces es incomprensible por que un restaurante se pone "de moda")

    Lo que me pareció malo es el trato, no querer cambiarme un tenedor porque "el jefe tiene orden de no cambiar cubiertos" o que para cerrar una puerta por la que entraba una corriente de aire muy fuerte tenga la camarera que ir a pedirle permiso "al jefe". Da la sensación que el dueño es una especie de tirano y que tiene a las camareras atemorizadas.

    Un saludo

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  2. Es sorprendente lo que cuentas, pero si es así, desde luego, como para no volver. La verdad es que éste restaurante es un poco peculiar.

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  3. La comida está muy buena, pero los malos modos del dueño y una de las camareras hicieron que se nos quitaran las ganas de volver por allí

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  4. Totalmente de acuerdo! El dueño es un maleducado y mira que me gusto el sitio, una buena relacion calidad-precio. La primera vez que fui no tuve problemas pero la segunda fue del todo surrealista! Jamas me habia pasado nada igual.Un amigo cumplia años y decidimos ir a este sitio recomendado por mi pareja y por mi. Eramos unos 7 y nos presentamos en el sitio con una tarta de cumpleaños, al pedirle al dueño que nos guarde la tarta nos contesta de muy malas maneras que si que nos la guarda pero que no piensa servirla ya que el tiene postres en la carta y no le parece bien servir la tarta que hemos comprado!Imaginaos la cara que se nos quedó!Asi que nos dimos la media vuelta y hasta luego Lucas! Será por sitios donde comer!

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  5. Hace más de 10 años que voy, me gusta su comida y sobre todo nos tratan a todos por igual. A los que les gusta sentirse especiales, hacer reservas...se jodieron. Aquí se come bien, el precio inmejorable y sobre todo respetan el orden de llegada y son sinceros...lo que sucede es que a muchos/as no les gusta. Es un lugar que sirve comidas por ser un negocio, lo que sucede es que muchos se olvidan. Por cierto la de la tarta de antes.........qué morro, es como ir a una peluquería con el tinte en la mano para que te lo de. En fin de todo hay en la viña del señor. Bss. Pili.

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  6. El comentario que me antecede, el del anónimo, sólo demuestra la ignorancia supina del que lo escribe... No sé desde cuándo hacer una reserva es sentirse especial...

    Por otro lado, y recurriendo al sabio refranero español: "Cuando el río suena es porque agua lleva"...: dueño imbécil, prepotente y mal educado, comida normalita tirando a básica, lleno de gente que no tiene ni puñetera idea de lo que es la buena comida (porque sino no tiene sentido que el sitio esté a tope), etc...

    Repetirá "su madre".

    Salud!

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  7. Son muy desagradables

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  8. Iba mucho a esa tasca con mis amigos, sobre todo antes de que hicieran la ampliación y pusieran mesitas que hay ahora a la entrada. Mis amigos al igual que yo, somos gente a la que nos gusta comer y cada vez que pedíamos era una odisea porque el dueño no nos dejaba pedir sino la cantidad que a él le daba la gana diciéndonos siempre que iba a sobrar y en vez de raciones, nos ponía medias raciones. Nunca sobaba nada. Yo entiendo que al hombre le dé pena tirar la comida que hace la mujer, pero se la estábamos pagando, no nos la iba a regalar. La primera vez que fuimos, le agradecimos el gesto, claro, pero a la larga sabíamos perfectamente la cantidad de las medias raciones y de las raciones. Pues era una lucha constante con él cada vez que íbamos. Le pedíamos una ración y el nos ponía media, luego le teníamos que pedir otra media y al final en vez de cobrar una ración nos cobraba dos medias, con lo cual aumentaba la cuenta y nuestro cabreo. De hecho, la gente con la que iba solía decir, "vamos a comer hoy al bar del viejo malcriado". Pues así aguantamos un tiempo hasta que un día nos plantamos cuando estábamos pidiendo y le dijimos que queríamos raciones, no medias raciones. Después de una discusión sobre si iba a sobrar o no, se puso como una fiera y cuando nos lanzó el plato sobre la mesa, porque ese día nos lo lanzó, se fue y le oímos decir mientras se alejaba de nuestra mesa: "deberían reventarse". Pues evidentemente no hemos vuelto, ni nos hemos reventado, aunque ese haya sido el deseo de este impresentable. Si tienen ganas de discutir con un señor que no tiene ningún tipo de educación, éste es el sitio ideal.

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  9. Me parece fatal que publiquen que la tasca cierra a las 17:00 De la tarde y llegue a las 15:45 y me digan q la cocina está cerrada ya. Hay que ser serios señores.

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  10. Pensaba ir hoy con mi novia pero se me quitaron las ganas. La verdad eso me pasa ami y me pongo a buscar la cámara oculta jaj

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  11. Pues yo he estado ayer, y me he quedado impresionada. Menos mal que no había leído antes los comentarios, porque de ser así se me habrían quitado las ganas de ir y lo que me habría perdido. Comida espectacular, trato estupendo a muy buen precio.
    Volvería hoy mismo.

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