Espectacular sitio. Espectaculares vistas. Espectacular subidita si, por un casual, no encuentras sitio en sus amplios aparcamientos, y tienes que hacerla andando. Pero hasta así, vale la pena llegar hasta allí para disfrutar del paisaje y del ambiente del sitio. Lástima que nos tocó un día nublado y algo lluvioso. Con buen tiempo debe ser fantástico.
El restaurante está como para ir allí a echar la jornada, siempre que el tiempo y la comida acompañen (lo primero depende del cielo, lo segundo puedo asegurar, después de probarlo, que si). Además del comedor, en las instalaciones hay habilitada una amplia zona chill out, donde pasar una buena sobremesa después de comer.
Al buscar datos para ir, leí que se encargaba del menú el chef John Buchheim, del que probamos algunas de sus exquisiteces hace años en su restaurante El Patio de Interián (¡que plato el Pulpo laminado con papas y alioli de piquillos!), que luego trasladó, y creo que sigue, al Puerto de la Cruz, ahora llamado El Patio del Puerto de la Cruz, claro. Un incentivo más para ir.
Echando un vistazo a la amplia carta, encontramos platos clásicos con un toque diferente, como unas Garbanzas
con carne de cerdo y especias, un escaldón de Bacalao con sus mojos o una Carne de cabra estofada en la sartén, y también platos como Tataki de atún rojo sobre papas confitadas y alioli de ajo negro, Tikka Masala de berenjenas, junto con otros platos para vegetarianos, o una Hamburguesa de ternera Black Angus. Un extenso menú que hace incluso difícil el decidir, pues todo suena muy bien.
Nosotros comenzamos con las Garbanzas, buenas, aunque con las expectativas tan altas que nos creó el repaso al menú, esperaba algo más, encontrar ese toque diferente, pero no fue así. Unas buenas Garbanzas, si, pero no noté el toque de las especias. A partir de aquí, todo fué hacia arriba, como ese plato tan sencillo, pero tan sabroso de Morcilla frita, con salsa picante y agria, que le daba ese estupendo sabor. También exquisitas las croquetas de Rabo de toro, que nos supieron a poco y repetimos. Probamos el Tataki de atún rojo, muy bueno de sabor y textura, y terminamos con unos ricos Calamares a la andaluza. De postre compartimos una Crème Brûlée de mango
con helado de pistacho, muy buena, de parecida presencia y textura a la Crema catalana (dicen que podría ser una evolución de ésta, con un proceso de cocción diferente). Acompañamos con 6 fresquitas cañas, y la cuenta fue de unos 77 euros. Un sitio muy recomendable. La pena fué el tiempo, que no acompañó.
Dirección: C/ Bencomo 58. Tamaide
SANTA ÚRSULA. Teléfono: 822 10 89 23 / 647 15 25 50
No hay comentarios:
Publicar un comentario