

Situación privilegiada, en un entorno tranquilo y rural con unas vistas estupendas. Instalaciones excelentes para pasar un buen rato, tanto dentro como en el exterior. Comida espectacular, cocina canaria y creativa, acompañada de un buen servicio. ¿Que más se puede pedir?. Pues que sea barato. Hombre, partiendo de la base de que esto no es un guachinche, y de que la cocina creativa, barata, yo creo que por definición, no puede ser, en mi opinión, para lo que ofrecen, el precio está bastante ajustado. Echando un vistazo a la carta encontramos por ejemplo un Revuelto de ajetes tiernos con atún y piquillos por 5,50 euros, o unos huevos rotos (riquísimos), por 6,50. Incluso por el Secreto Ibérico he pagado más en un Guachinche (seguramente la ración sería mas generosa). En general, los precios están en la media de una tasca, y, por lo menos lo que comimos nosotros, compensaba cada euro.
He empezado casi por el final, hablando de los precios, para

que no se me asusten de entrada. Yo también lo tenía por un sitio caro (más caro), pero, aunque esté un poco por encima de la media que nos gusta en este blog, y más con la dichosa crisis, alguna que otra vez (si se puede), vale la pena dejarse caer por un sitio como éste, a disfrutar de una buena comida. Y siempre sale más a cuenta ir de picoteo, compartiendo, así podremos probar delicias como las que ofrecen aquí, por un buen precio. Pero empecemos como de costumbre.
Como decía, está situado en un rincón tranquilo y elevado de la Cruz Santa, desde donde disfrutar de las vistas. Tiene aparcamiento propio, y junto a éste, unas cuantas mesas en la terraza, al lado del lagar que da nombre al sitio. También en el exterior dispone de una zona para disfrute de los más pequeños, con juegos y columpios. Además, el día acompañaba, con un Sol espléndido. Al entrar encontré un comedor estilo rústico, acogedor, y más pequeño de lo que esperaba, viendo las instalaciones desde

fuera. Disponen de otro salón mayor, para celebraciones y eventos.
Como ya he comentado, ofrecen cocina canaria, creativa, con platos que cautivan ya al primer vistazo, y que se confirma al llevárnoslo al paladar, como pudimos comprobar después. Ya les he detallado algunos platos antes, y les resalto, además de lo que probamos nosotros, otras cosas que me llamaron la atención de su carta, como una Tortilla de aguacate con cebolla y gambas, un Pulpo y calamar salteados con garbanzas y papas, o un Solomillo de cerdo glaseado con castañas y miel de palma. Podría seguir, pero me quedaría una retahíla muy larga. Hay bastantes platos más, y todos con una combinación de ingredientes que hacen la boca agua. Para los peques, menú infantil (Escalope de pollo o croquetas).
Esa combinación de ingredientes, de sabores, la pudimos

degustar en lo que probamos: Desde las croquetas "del abuelito" de plátano, o esas empanadillas de queso con dulce de guayabo, que no había probado antes, y que estaban deliciosas; y ¡qué sensación en el paladar la ensalada de quesos con frutos secos!, con el crujiente que le proporciona el millo picadito; Probamos también unos huevos rotos muy ricos con su chorizo, y con el toque que contrastaba muy bien, de la morcilla dulce. Y la primera vez que pruebo un conejo en salmorejo preparado de esa manera: todo carne, nada de huesos (al contrario que en otros sitios). Lo sirven desmenuzado, a modo de "conejo mechado", y coronado por una crujiente y sabrosa hoja de espinaca. ¡Qué rico!. Bueno, por ponerle una pega, para que no se nos lo crea del todo el chef, eché de menos lo que más me gusta del conejo en salmorejo: la salsa. Estaba muy buena, pero no había mucha. A lo mejor afea el plato el poner un poco más de salsa, pero es que a mi me encanta un sopeteo. No obstante, mereció la pena renunciar a ese placer por probar esa versión del plato.

Los postres, de creación casera, siguen la misma línea de los platos: vistosos y muy ricos. El mousse de gofio, sabor a gofio puro, con su millo picadito por encima. El otro postre que probamos lo he puesto como mousse de chocolate, aunque llevaba algo más, que sinceramente no recuerdo, y en la factura final solo reflejaba "postre". Eso sí, estaba muy bueno, y de aspecto lo pueden comprobar en la foto (recuerden que pueden ampliarlas haciendo click sobre ellas). Para beber, nuestra cuartita de vino, con seis refrescos y agua. Después de lo que les he contado, y haciendo memoria de otros sitios en los que he comido bastante peor pagando casi lo mismo (de ahí mi comentario inicial), me parecen muy bien los poco más de 57 euros que nos costó saborear un poco de su rica cocina, y es un sitio que recomiendo visitar. Uno de los mejores en los que he estado este año.


Dirección: C/Calzadilla s/n. esquina C/Casa Higa. La Cruz Santa
(LOS REALEJOS). Teléfono: 922-346631