sábado, 29 de junio de 2013

Garoé


De los muchos carteles que tiene el local, en el que me había fijado siempre es en de arepera. Y han sido muchos los Domingos en los que íbamos allí a desayunar. Entre otras cosas, preparan un cruasán de queso blanco con dulce de guayabo que te inclinas. Los Domingos por la mañana, desde temprano, ese punto de la zona alta de Candelaria se convierte en parada de muchos ciclistas y moteros, que hacen allí un alto en la ruta para reponer fuerzas. Es por eso que lo tenía catalogado en la mente como un Bar-Cafetería-Arepera, y no había reparado en su vertiente de restaurante, que la tiene, y muy buena.

Un Sábado en el que andábamos por la zona a la hora de comer, se nos ocurrió pasar por allí y echamos un vistazo con más detenimiento. Y, lo que son las cosas, con la de veces que habíamos estado allí, la de detalles que se nos habían escapado. Claro, íbamos a lo que íbamos (Domingo temprano, desayuno..) y "mirábamos sin ver". Además de la pequeña terracita en la entrada, disponen de otra grande junto al comedor, con su toldo para resguardar del sol o de la lluvia, con su televisor, y donde se permite fumar. Incluso celebran allí algunas noches eventos o actuaciones en vivo.

En el interior de la casa, unas cuantas mesas más en el pasillo, y  en lo que serían las habitaciones, hay habilitadas otra zona con mesas, y la pequeña barra que si conocíamos. Dejando a un lado lo que son platos de cafetería o arepas, tienen una buena carta centrada principalmente en cocina canaria, hasta treinta platos diferentes que pueden ver pulsando en éste enlace. Además, en unas pizarras indican algunos platos fuera de carta. Ese día, por ejemplo, tenían Pollo a la brasa o Sardinas.

Comenzamos probando un escaldón que además de estar muy bueno, era casi un almuerzo completo. Que yo recuerde, mezclado con el gofio tenía garbanzos, papas, costilla, cebolla y queso. Muy ricos, además, los mojos para acompañar. También muy buenas las croquetas caseras. Nos gustó mucho la carne fiesta, con un saborcillo diferente al acostumbrado. Y finalizamos con unas estupendas Costillas a la brasa, muy sabrosas. No pedimos postre, solo un helado y dos cafés. Y esta vez, para beber, en vez de vino (que tenían), nos decantamos por una cerveza y dos refrescos. Comimos muy bien, y con la buena atención de siempre, por menos de 29 euros. Buen sitio para picotear, además de para un buen desayuno.
Dirección: Carretera General del Sur Km. 16. Araya
(CANDELARIA). Teléfono: 922-501 581

Coordenadas: 
Latitud: 28.366398696289444 (28º 21' 59.04" N) 
Longitud: -16.37447299332348 (16º 22' 28.1" W)

sábado, 22 de junio de 2013

Guachinche Don Trino


Otra vez de guachinche, y otra vez por La Corujera. Aprovechen, porque se les acaba el plazo a los guachinches para seguir tal y como los vemos ahora. Ya está la ordenación preparada, y en poco tiempo, volverá la época en la que en los guachinches sólo se podrán ofrecer tres platos de cocina, y para beber solamente vino o agua. Y una vez que esto suceda, éste que les escribe dejará de aparecer por esos sitios. Yo no era (ni soy) asiduo a los guachinches clásicos por dos motivos: Yo salgo fundamentalmente a comer, no a beber, y un sitio con sólo tres platos no me llama demasiado. Pero es que además no soy bebedor de vino, aunque me he ido acostumbrando a la cuartita de rigor, siempre rebajado con seven up. Si a partir de ahora, sólo sirven vino y agua, no te digo más. Y los que, como en mi caso, vayan con niños a comer, pues ya saben: les piden el plato y (ajo y) agua. En mi opinión, y sin profundizar ya mucho en el asunto, creo que la ordenación, combinando una mayor exigencia en algunas cosas, con un poco más de mano abierta en otras, se podría haber acercado más a la satisfacción de todos. Pero bueno, si así lo han decidido, que sea para bien. Pero a mí que me "desaborren". Los echaré de menos.

En éste caso paramos aquí, en plena zona de guachinches. Un sitio bastante conocido, situado en un precioso entorno, rodeado de una finca de viñedos, donde te aislas del ruido, pese a estar casi pegado a la carretera, junto a la cual dispone de una zona de aparcamiento de tierra. La casita (término cariñoso, porque tremenda "casita") alberga un par de comedores en lo que serían las habitaciones, y se complementa con una estupenda terraza, donde se ubica la parrilla para la carne. También se puede acceder a la azotea, pero sólo para relajarse con las vistas, o para que los niños se entretengan. Allí no hay mesas. Hacía un día espléndido y se estaba muy a gusto allí. Si además se comía bien...

En su menú prepara comida casera, bastante más de los tres platos que tendrá que preparar en un futuro si quiere seguir siendo un guachinche. Al acceder a los comedores interiores se aprecia la actividad frenética de la cocina que está en la entrada, y nos llegaban unos olores que alimentaban. En principio, pintaba bien la cosa. Además de lo que pedimos nosotros, recuerdo que ese día ofrecían Queso fresco o asado, Garbanzas, Carne fiesta, y carne a la brasa, Bistec o Chuleta de cerdo. Había algún plato más que no recuerdo.

Nosotros empezamos con una Fabada, normalita. Lo que si estuvo bueno, el mejor de los que probamos, fué el plato de mejillones a la plancha, con mojito verde, preparado a la manera de las lapas. Se nos hizo poco, y pedimos un segundo platito. El plato de Carne con papas que siguió tenía una carne tierna y las papas muy buenas, pero eché en falta un toque más sabroso. Y terminamos con un plato de huevos estrellados, donde lo más destacable, de nuevo fueron las papas fritas. De beber, una cuarta de vino, tres refrescos y agua. No tenían postre. El servicio fué rápido, tienen bastante personal. Comimos bien, aunque cierto es que esperaba alguito más de un sitio tan conocido y asentado en la zona. Igual la especialidad es más la carne a la brasa, que no pedimos. Pero no estuvo mal, y a buen precio, unos 33€.

Dirección: Carretera antigua Corujera, 15. SANTA ÚRSULA
Teléfono: 696-094 066

Coordenadas:
Latitud: 40.41687477895358 (40º 25' 0.75" N)
Longitud: -3.703308399999969 (3º 42' 11.91" W)

sábado, 15 de junio de 2013

Casa Rosaura


Si en el post anterior comentaba (y lo siento, pero fué así) que no encontré allí nada especialmente destacable, en éste caso no sé por donde empezar, pues tiene bastante que destacar, y todo bueno. Quizá podría comenzar por lo que más me llamó la atención, y es que la carta es mas amplia que el local. Uno no espera, viéndolo desde fuera (por el aspecto exterior, siempre nos pareció lo que aquí llamaríamos una "casa de comidas", de pocas mesas y poquitos platos), y mucho menos cuando entra, encontrar tanta variedad donde elegir, y no sólo de comer, pues, además del vino, ofrecen un buen surtido de cervezas. Pero vamos a empezar por el principio, a ver si lo detallo todo.

Como decía, lo teníamos por una sencilla casa de comidas, pero el otro día, viendo un reportaje de una de esas rutas de Paco Martell, comentaban que tenían una buena variedad de tortillas, unas ocho o nueve, y me llamó la atención. El problema (para mí) es que cierran los Domingos, así que tuvimos que buscar un hueco un Sábado al mediodía. Allá que nos fuimos a deleitarnos con alguna buena tortilla.... y lo que acabó enamorándonos  fué la carne mechada. ¡Cosa buena, oiga!. Bien, ya tienen una segunda (o una primera, primerísima) cosa destacable. Pero eso vendrá después. Seguimos.

El local, ubicado en una casita antigua, es muy pequeño, apenas unas cuatro o cinco mesas junto a la barra, que estaban ocupadas, por supuesto. Luego, junto a la carretera, una pequeña terraza, tan estrecha que no cabe un barril entero, así que tuvieron que cortarlo a la mitad y hacer dos mesas (es broma. Supongo que vendrían así, aunque es cierto que uno entero cabría con dificultad). En otra puerta de entrada que daba a la cocina, nos fijamos que había una mesa libre, allí un poco encajonada en un rincón, junto al baño, pero pese a todo, nos pareció un buen rinconcito, y ahí nos sentamos.

La carta, como les decía, es bastante amplia, pero no exagerada, y no sólo preparan platitos de comida casera canaria. Aunque las fotos de la carta quedaron horribles y no se ven muy bien, para apreciar toda su dimensión pueden tratar de verla pulsando en este enlace. Además, fuera de carta, tenían camarones, morenas, congrio pulpo o caballas. . Y si no ven bien la foto de la carta destaco cositas como las Tostas de salmón, Anguriñas al ajillo, Saquitos de Neptuno, Papas bravas, Atún con salsa de ajos, Pollo almendrado con salsa agridulce o, ya entrando en las tortillas, la especial de la casa, con Atún, Cangrejo y queso, o la de Guayonje, con aguacate y cebolla. Y así un montón de platos, aunque no los mantienen todos, cosa natural. El día que fuimos no tenían, por ejemplo, el Estofado a las tres carnes que nos llamó la atención. 

Y no sé si fué mejor que no lo tuvieran (habría que probarlo), pero, gracias a eso, pedimos la carne mechada, y ¡vaya plato!. Tras un poquito de queso tipo filadelfia con mermelada para hacer tiempo, llegó el primer plato, una Fabada estupenda, muy sabrosa y con las judías muy tiernas. La idea era probar un par de tortillas, así que empezamos con media de batata, bacalao y mojo rojo. Una delicia, ligera y sabrosa. Pero cuando llegó esa carne mechada nos olvidamos de las tortillas. La mejor que he probado, muy sabrosa, con un toque especial que desconozco pero que le daba un sabor estupendo. Quizá esos ajos enteros fritos, seguro que la fritura.., no sé, pero estaba de muerte. Cuando la amable camarera dejó el plato en la mesa y se fué, al primer vistazo pensé "hombre, unas papitas fritas para acompañar no le hubieran venido mal". Pues estaban, debajo de la carne. Mejor así, bañadas en esa estupenda salsa. Al final, ni otra tortilla ni gaitas: repetimos el  plato de carne mechada. Y con eso nos quedamos completos. Para beber, esta vez dejamos a un lado el vinito y pedimos unas cervezas. En mi caso, probé la estupenda cerveza negra que ven en la foto (la variedad "picante"), además de dos refrescos y agua. Nos atendieron muy bien, y salimos contentos con el descubrimiento, al que hay que volver, que material tienen como para ir unas cuantas veces sin repetir plato. Aunque ya a la primera repetimos, pero, aunque sea pesado, esa carne mechada hay que probarla. Y en cuanto al precio, no estuvo mal. Unos 35 euros todo. Desde luego, un sitio muy recomendable.



Dirección: Calle la Herrería, 28 TACORONTE

sábado, 8 de junio de 2013

Guachinche El Racimo (Casa Miguel)


¡Mira!, en ésa calle de La Corujera no había ningún guachinche, que yo sepa. En casi todas las demás si, pero ahí precisamente no. Pues desde hace poco, también lo tiene. Ya queda menos para que cada calle tenga el suyo. Y a mí me parece muy bien, más donde elegir. Es de alabar que, tal como está la cosa, y tal como está de competida esa zona salpicada de tanto Guachinhe, alguien siga apostando por la difícil tarea de  hacerse un hueco. En éste caso, lo hace ofreciendo lo que uno tiene en mente cuando piensa en un Guachinche clásico: bajos de una casa, suelo de cemento, decoración de lo más básica, comedor de tamaño medio, mesas con manteles de hule y muchas bobinas a modo de sillas

Y hablando de las bobinas, dejo aquí unas dudas que siempre he tenido, y no me he atrevido a preguntar: ¿de dónde sacan tanta bobina los guachinches para mesas y sillas?. ¿Las venden en algún sitio concreto?. ¿Las ponen por ser baratas, o por darle estética guachinchera al comedor?. Porque a veces, viéndolas, me parece que pueden ser más caras que unos simples taburetes. En fin, algún día me enteraré. Seguimos. Junto a este comedor, otra zona donde se encuentra la cocina y por lo menos otra mesa, no se si hay alguna más. Imagen sencilla y austera del local, y de la comida, como comprobé después.

Pasamos una tarde sólo con la idea de probar su plato estrella, una original combinación que no había oído antes: Salchichas con castañas. Pues estaba bueno. Sin ser una maravilla gastronómica, tenía buen sabor, sobre todo la salsita. No les muestro aquí el plato porque, al oír la carta que nos recitó (especialmente las Potas en salsa), pensamos en volver, y ya le sacaría una foto con todos los platos, pero cuando volví no tenían. Ofrecen además, entre otras cosas, Queso blanco, Asadura, Carne de cabra, Bacalao, Bistec, Conejo frito o pollo.

Cuando volvimos otro día probamos unas Garbanzas, buenas de sabor, aunque un poco secas, me gustan con más salsa. Buenas también las Potas en salsa, y el Atún en mojo. Y lo mejor, la carne fiesta, tierna y sabrosa. No les quedaban postres. Para beber, pedimos una cuarta de vino y cuatro refrescos. En mi opinión, es un sitio sencillo, un guachinche típico, que atiende en un entorno familiar, y donde lo que comimos estaba correcto, sin más (que no es poco). Lo que no sé es si con eso le dará para sobrevivir en ese mar de La Corujera donde hay tantos tiburones. Ganas le están poniendo, y espero que lo consigan. Citando la frase que ha tomado como eslogan una cadena de ¿restaurantes?, "lo importante no es que vengas, es que vuelvas". Y será que nos estamos acostumbrando al nivel que últimamente ofrecen los guachinches, (bien es cierto que la mayoría no lo son), pero siendo sincero, no encontré el punto destacable que me haga tenerlo en mente a la hora de volver a La Corujera.  Eso sí, es un buen sitio más donde probar comidita casera por unos 25 euros, que fué lo que pagamos nosotros. Suerte en la andadura.

Dirección: C/ La Caldera, 4. La Corujera
SANTA ÚRSULA. Teléfono: 690-177 124

Coordenadas:
Latitud: 28.4157598 (28º 24' 56.74" N)
Longitud: -16.49667539999996 (16º 29' 48.03")W 


sábado, 1 de junio de 2013

Bodegón Los Muchachos


Habiendo la cantidad de sitios que hay por esta isla para comer, ¿para qué perder el tiempo y/o la paciencia esperando hasta una hora por fuera de un restaurante, por muy bueno que sea, para conseguir mesa?. Nosotros, salvo que sea tarde, el hambre apriete, y no haya otro sitio en muchos kilómetros a la redonda, si vemos que está lleno, damos media vuelta y vamos a por otro. Eso sí, no lo perdemos de vista, porque algo tendrá el agua cuando la bendicen. Y si la gente se arremolina por fuera esperando, habrá motivos. Así que, en cuanto podemos, volvemos a pasar a ver si en esa ocasión hay más suerte. Pues en éste Bodegón de hoy, no se ni la de veces que pasamos, y no había manera de entrar siquiera a verlo, ya que no se podía ni pasar. Hasta que el otro día, que íbamos por la zona de camino a otro sitio, ¡milagro!, no había nadie por fuera, aunque estaba lleno una vez más, y por fin pudimos entrar a comprobar por qué se llena siempre.

Hombre, una de las razones de que se llene tan rápido es el tamaño del local. El pequeño comedor alberga sólo tres mesas, mas otras dos junto a la barra. Barra en la que acaba comiendo la mayoría de la gente, porque si no, la espera se haría eterna. Y no digo yo que estuvieran a disgusto comiendo allí, no. Parecía que todo el mundo conocía bien el sitio. Sabían a lo que iban, y estaban de muy buen grado dando cuenta de los platos en la barra, o esperando fuera, en plena carretera, con el vaso de vino y el platito de cacahuetes. Y un detalle que se percibe al entrar, y que favorece el quedarse allí, es el olorcillo a comidita buena: La verdad es que abría el apetito.

Comidita que anuncian en las pizarras distribuidas por el comedor, y que pueden ver en detalle pulsando sobre la foto de la izquierda. Además suelen tener Bacalao encebollado, o pescado salado. A destacar, aunque no lo probé, el Pulpo que vi pasar, tenía una pinta estupenda. Y curioso que ofrecieran callos, un plato difícil de encontrar, y más en un Bodegón. No tuvimos que esperar mucho para conseguir mesa, ya que había una terminando y éramos los siguientes. Por fin íbamos a ver que tal se cocinaba allí.

Y la verdad es que todo lo que probamos se correspondía con los aromas que salían de la cocina. La Fabada estaba muy sabrosa, así como la Ropa Vieja, con esas verduritas que potenciaban el sabor. Como a mi familia no le gustaban (será por el nombre, porque no los han probado nunca), pedí sólo una tapa de Callos para probarlos. Estaban buenos, aunque a mi me gustan más picantes. Y, como eran a la canaria y no a la madrileña, los acompañaban con unas papas arrugadas. Exquisitos los Hígados de conejo fritos, muy tiernos, y muy bueno también el Conejo frito. Rematamos con un quesillo casero, y para beber, la habitual cuarta de vino y cinco refrescos. El servicio fué rápido, se nota que están acostumbrados al jaleo. Y lo mejor, es que salimos bien llenos, por poco más de 25 euros. Con razón se pone como se pone. 

Dirección: C/ San Cristóbal, nº 194. Ravelo
EL SAUZAL.
Coordenadas:
Latitud: 28.4522259 (28º 27' 8.01" N)
Longitud: -16.42623750000007 (16º 25' 34.46" W)