sábado, 26 de octubre de 2013

La ruta del Guachinche


No les voy a hablar hoy de mis andanzas por los Guachinches, y menos ahora que dentro de poco recibirán el tiro de gracia, y a ver los que quedan abiertos después de la entrada del nuevo decreto. Es que el sitio se llama así. Hoy comienzo con este
comentario, que me va a servir también para acabar el post: "Tienen unas instalaciones estupendas, con un aparcamiento propio al lado, con un comedor amplio, y con una bonita terraza. A poco que le pongan cariño y se esmeren con la comida y el servicio, tienen mimbres como para mantenerse en la lucha".

Han abierto hace poco tiempo,  en las instalaciones que ocupaba anteriormente "La Fonda de Argual", con la intención de ofrecer comida cercana y casera, supongo que de ahí que se autodenominen "Bodegón-Guachinche". Como decía antes, el sitio es ideal: Zona de la Cruz Chica (desplazamiento corto para los que vivan entre Santa Cruz y La Laguna), aparcamiento propio, una gran terraza exterior junto a la carretera, desde donde disfrutar (aún) del buen tiempo, y un acogedor y amplio comedor, decorado estilo rústico. Pasamos por allí un día entre semana,  y no había mucha gente. Examinamos la pizarra para ver que preparaban. No era una oferta muy extensa (como me gusta a mí -aquí pueden ver lo que ofrecían-), y me llamó la atención la Ropa Vieja de pulpo. Como también nos gustan mucho la Carne en salsa y la Fabada, ya teníamos motivos suficientes para decidirnos a entrar.

Vaya por delante que uno entiende que entre semana no hay demasiada afluencia de clientes, y a lo mejor se relaja uno en la elaboración de la carta. Y llevan poco tiempo, si, pero precisamente eso resulta más chocante. Cuando uno abre un negocio del tipo que sea, lo normal es que, al menos los primeros meses, se desviva por él, y más si se trata, como en éste caso, de ganarse a la clientela por el estómago y por el trato.

¿Por que estoy diciendo ésto?. Nada me gusta más que traer aquí sitios de donde he salido encantado, y hablar bien de ellos, especialmente si llevan poco tiempo abierto, y ayudarles desde éste pequeño rincón  a darse a conocer. Y me sabe mal no poder hacerlo hoy, pero aquí cuento, como siempre, mi experiencia particular ese día, que no coincidirá con muchas, pero es la mía. Comenzamos. Y comienzo por la impresión final, que ya comentaba antes. No noté ése entusiasmo ni las ganas de agradar que son habituales cuando llevas poco tiempo abierto. Al contrario, desprendía cierto aroma a desgana, como de cubrir el expediente. Y ahora les suelto el rollo para explicarlo: Ya dije antes que entramos por la ropa vieja de pulpo, la carne en salsa y la fabada. Una vez sentados, con la bebida pedida y saboreando el mojo que te sirven para la espera (y que estaba bueno), nos dice que no les queda carne en salsa (puede pasar, pero no hubiera estado de más borrarla de la pizarra), y que la Fabada hace tiempo que ya no la preparan, aunque no la han quitado de la pizarra (¿?). Bueno, ya que estábamos allí, las sustituimos por unas croquetas y pollo en salmorejo.

Y vamos ya con la comida. La Ropa Vieja se acercaba mas a un plato de pisto, o a un encebollado, que a una Ropa vieja. Los garbanzos brillaban por su ausencia. y el pulpo, casi otro tanto. Las croquetas las ponen por unidad, y pedimos cuatro. Estaban buenas de sabor, quizá un poco seca la masa, y esperaba alguna papita frita de acompañamiento. Pero no. Vinieron solas. Me dirán: "haberlas pedido". Vale, lo concedo. Pensé que vendrían con el plato y no las pedí. Tampoco las pedí con el "pollo en salmorejo" (así, entrecomillado), y me las pusieron (en el mismo plato). Y me las cobraron (aparte). Y ¿por qué el entrecomillado del "pollo...?. A ver. No quiero parecer tiquismiquis (no lo soy), pero a mí, cuando veo escrito en una carta o pizarra "pollo (o conejo) en salmorejo" me viene a la mente la imagen de un plato con trozos de pollo (o conejo), con una salsita encima, debajo o alrededor. A lo mejor es cosa mía. Pues no. Busquen en Google "pollo en salmorejo", en su apartado de imágenes, y lo que sale se parece mucho a lo que yo tengo en mente. Yo describiría lo que vino a mi mesa  como "jamoncitos de pollo adobados", o así. Que no es que estén malos (a mi no me hacen mucha gracia), pero no es lo que pone en la pizarra, ni lo que yo creí que estaba pidiendo.

No pedimos más. Acompañamos de una cerveza y un refresco, y pagamos poco más de 14 euros. Siendo medias raciones, está dentro de la media. Pero aquí no todo es el precio.Ya digo que me sabe mal contar cosas negativas de un sitio, y espero que si lo lee el equipo del restaurante lo tomen como una crítica constructiva, y un toque de atención de alguien que entró en su casa a probar su comida y dejarse unas perrillas, como todos. Creo que es mejor que alguien te lo diga, aunque sea por este medio, a que la gente lo piense, se lo calle y no vuelva más. De verdad les deseo que les vaya muy bien, que la cosa está muy dura y hay que luchar mucho. Y como dije al principio, "Tienen unas instalaciones estupendas, con un aparcamiento propio al lado, con un comedor amplio, y con una bonita terraza. A poco que le pongan cariño y se esmeren con la comida y el servicio, tienen mimbres como para mantenerse en la lucha". Mucha suerte, y a la suerte hay que ayudarla un poquito.
Dirección: Carretera de la Cruz Chica, 120. LA LAGUNA
Teléfono:922-984 323

Coordenadas:
Latitud: 28.49068898020836 (28º 29' 26.48" N)
Longitud: -16.363112679345704 (16º 21' 47.21" W)

sábado, 12 de octubre de 2013

Fusión


Este sitio ha aparecido por el blog en dos ocasiones, cuando se llamaba Bodegón La Palmera, destacando en ambos su buena comida, especialmente la sabrosa Ropa Vieja. Tiempo atrás pasamos por allí y vimos el cartel cambiado por ese llamativo fucsia con el nuevo nombre:
"Fusión". Aún estaba sin abrir, pero anunciaba una fusión de la cocina canaria y la asiática. "¡A ver que mezcla sale de aquí!", pensé yo. Hace poco pasamos de nuevo por allí y lo vimos abierto. Entramos a ver que tal estaba esa cocina fusión canario-asiática.

Pues no es cocina fusión en la acepción de fundir, o "unir en una sola cosa dos o más diferentes". Vamos, que si van no esperen encontrar un escaldón con wasabi o un sashimi de atún en adobo con papas arrugadas, pongamos por ejemplo. Aquí el significado de fusión parece más el de "unión de intereses, ideas o partidos". Para entendernos, se conserva la esencia y la carta de La Palmera, que aún mantiene al frente a sus propietarios, y se le ha unido personal asiático, aportando a ésta el toque oriental, con platos de la gastronomía de China, Japón y Tailandia.  En definitiva, para el cliente se abre el abanico de posibilidades de elegir plato en un mismo sitio.

Las instalaciones apenas han sufrido cambios, si acaso darle ese toque oriental con motivos y figuras típicas del continente asiático. Fuimos de noche, y sigue estando precioso el entorno, con la bonita iluminación, esos diferentes ambientes, el comedor interior, la terraza al aire libre o la terraza cubierta y acristalada, con esas vistas sobre la zona baja de La Orotava y el Puerto de la Cruz, que ya entrada la noche se convertía en puntos de luz, que hacían relucir incluso el paisaje de la autopista cercana. El sitio ya es bonito de día, pero de noche es ideal para disfrutar de una buena velada, y de una buena comida.

Y aquí se hace buena comida. La parte canaria y venezolana ya la probé en algunas ocasiones y la comenté aquí. Si se mantiene igual, que lo supongo estando al frente el mismo equipo, una vez más la recomiendo. Así que ésta vez vamos a hablar de su nueva faceta de cocina oriental, a la que, salvo a la china, no soy nada asiduo. No recuerdo los platos, y como no llevaba cámara, al ser de noche y con el móvil las fotos quedaron de pena: las cartas ni se ven, algunas de las fotos del local las tuve que tomar de su facebook, y los platos quedaron como quedaron, pero les dará una idea de la presentación. Pero supongo que será la típica carta de restaurantes asiáticos.

Nosotros probamos unos mini panes chinos, que siempre me gustan. Pedimos cosas que no habíamos probado antes, como la tempura de verduras y gambas con salsa de soja, que sinceramente estaba muy rica, y bien hecha. Lo que estuvo espectacular fué el Pato Pekín. Crujiente por fuera, y tierno y sabroso por dentro. Es un plato grande y contundente, para tres o cuatro personas. Lo sirven laminado, y acompañado de tortitas, a modo de  fajitas, verduras y salsa para rellenarlas, y el conjunto de sabores es excelente. Con eso nos quedamos a gusto, y para probar un postre, pedimos el helado frito. A mi, que quieren que les diga. Será que no me vuelven locos los postres, y no es que estuviera mal preparado, pero no me pareció bueno, ni el sabor ni la textura. Pero para gustos... . Para beber, pedimos un refresco y tres cervezas japonesas. La cerveza, buenísima (cara, pero buenísima). Terminamos con tres cafés. Comimos muy bien, y aunque no se puede considerar barato (tampoco lo era antes La Palmera), teniendo en cuenta el tipo de comida y bebida, y que yo creo que es suficiente para compartir entre 3-4 personas, los poco más de 40 euros que pagamos no están del todo mal.

Dirección: El Ramal, s/n. LA OROTAVA
Teléfono: 922-334 624

Coordenadas:
Latitud: 28.400373542901537 (28º 24' 1.34" N)
Longitud: -16.519815236354134 (16º 31' 11.33" W)

domingo, 6 de octubre de 2013

Un año de picoteo (y VI): Mejor Restaurante



Y vamos con el último apartado. Dentro de un año muy guachinchero, ha habido menos tiempo de visitar los restaurantes "clásicos", pero alguno ha caído. Y de entre todos, destacamos estos tres. Click sobre las fotos para ampliarlas.



sábado, 5 de octubre de 2013

Un año de picoteo (V): Mejor Guachinche



Vamos con un  apartado que tiene aquí su última entrega. Con la entrada en vigor de la nueva ley de Guachinches, estos volverán a ser lo que fueron: sitios donde sólo se vende vino y agua, y un máximo de tres platos. Con lo cual aunque el blog siga, dejarán de aparecer por aquí, ya que no me gusta ese concepto de sitio para ir a comer (de hecho, parece pensado más para beber). Por supuesto que ninguno de los tres destacados hoy es un guachinche puro, pero aquí lo que hemos mirado es que se hayan denominado así, sin entrar en más detalle. Click sobre las fotos para ampliarlas. 


viernes, 4 de octubre de 2013

Un año de picoteo (IV): Mejores instalaciones


Las instalaciones, el entorno, el ambiente que se crea..., también influyen para disfrutar de una buena comida. Estos son los tres sitios destacados. Click sobre las fotos para ampliarlas.





Un año de picoteo (III): Mejor servicio



En general, este año no nos podemos quejar de la atención recibida. De entre todos, estos tres merecen mención especial. Click sobre las fotos para ampliarlas. 



jueves, 3 de octubre de 2013

Un año de picoteo (II): Mejor postre



Como he comentado muchas veces, no soy muy goloso para postres, aunque cada vez me van gustando más. Pero como hay que dar un premio en éste apartado, por consenso aqui van los tres mejores. Click sobre las fotos para ampliarlas (ampliarlas, que no mejorarlas, porque alguna quedó para fusilar al fotógrafo)




miércoles, 2 de octubre de 2013

Un año de picoteo (I): Mejor plato


Empezamos por el mejor plato que hemos probado éste año. Al final han salido platos que no tienen una elaboración muy complicada,  ni sofisticadas creaciones culinarias, pero oiga, el toque que le dieron los cocineros los hizo elevarse a auténticos manjares. Hagan click sobre las fotos para ampliarlas.






martes, 1 de octubre de 2013

¡Cumplimos 4 añitos!


Pues si señor, en estos días cumplimos ¡cuatro añitos ya!. ¡Qué rápido pasa el tiempo!. En cada aniversario digo lo mismo, pero es la verdad: parece que fue ayer cuando empecé a asomarme a éste blog para contar al que quisiera leerlo, los sitios por los que iba parando a comer en nuestras rutas dominicales, en su mayoría.. Y así, como el que no quiere la cosa, han pasado casi 1.500 días. 

Sin entrar en un baile de cifras que no lleva a ninguna parte, si me gustaría reseñar, en lo positivo, que han aparecido por aquí casi 250 sitios en estos cuatro años, algunos con la colaboración de lectores del blog. Y la parte negativa, y triste, es que de ellos,  he tenido que retirar los comentarios de más de una treintena por enterarme de que han cerrado sus puertas. Imagino la cifra contando con los que no me he enterado. Es indicativo de cómo anda la cosa, y así en todos los sectores (cuatro añitos de blog hablando de la dichosa crisis). A ver si acaba por fin.

Este último año ha sido más guachinchero que otra cosa. La mayoría de los sitios que reflejo éste año son guachinches, o mas bien, en lo que han derivado en los últimos tiempos. Poco les queda ya para visitarlos, pues en cuanto entre en aplicación la nueva ley, para el próximo mes, no quedará ninguno de los guachinches que figuran en éste blog. Por lo menos no de la manera en que los conocemos. A partir de ésa fecha, entre otros cambios, el más notable para nosotros es que sólo podrán ofrecer 3 platos en el menú, y de beber sólo vino o agua. A ver como camina eso. Ya anticipo que cuentan con un cliente menos (o más bien cuatro).

Pero bueno, volviendo al tema que nos ocupa ahora,  y para no hacer esto muy largo, gracias como siempre a todos los que entran aquí y participan con sus comentarios, y que nos sigamos "viendo" por aquí, que será buena señal. Y, como es ya tradición, en estos días iremos resumiendo y desgranando lo mejor del año transcurrido, con la "entrega" de nuestros "prestigiosos" premios. Un saludo a todos.