sábado, 8 de diciembre de 2012

Asador Velázquez


Con lo poco que voy por el sur últimamente, encima no acierto con el tiro. No les quiero dar la razón a los que dicen que en el sur no se come bien, pero cierto es que, a tenor de lo visto en las últimas ocasiones, cada vez me cuesta más encontrar algún sitio alejado de la comida para el turismo, o de precios elevados. Se que los hay, que el sur es muy grande y que voy con poco tiempo, pero no es tan fácil dar con uno como por el Norte, y menos en Domingo, en los que muchos te los encuentras cerrados, como fue este caso, en el que, ya que estábamos por el sur, fuimos en busca de algunos que tenía en la memoria para visitar. Después de unas cuantas vueltas, y dado que la hora se nos echaba encima, paramos en éste restaurante. No tenía mala pinta, todo lo contrario.

El sitio es amplio. Dispone de varios comedores, una zona de terraza, y su situación en alto nos permite disfrutar del paisaje. No digo que sean unas vistas estupendas las que lo rodean,  pero siempre es agradable comer como si estuviéramos en el exterior, y con la panorámica de la cercana costa acompañándonos. En cuanto a la comida, la especialidad es la carne a la brasa, aunque también ofrecen un buen número de entrantes fríos y calientes. Aquí tienen el detalle de la carta.

Un primer detalle que nos llamó la atención es que, estando el comedor más o menos a medio aforo, y sin explicarnos el motivo, antes de darnos mesa nos decían que debíamos esperar unos diez minutos, para luego hacernos pasar (bastante antes de ese tiempo), a una mesa que ya estaba libre antes. Más tarde, a un grupo que se sentó junto a nuestra mesa, les pidieron que se levantaran, que tenían que esperar fuera, para hacerlos pasar a la misma mesa poco más de cinco minutos después. No sé el porqué esa actitud. O más bien, comencé a suponerlo mientras transcurría la tarde.

Tras una espera más larga de lo habitual (que se repitió entre plato y plato), pedimos la comida: Un plato de Escaldón calentito, que estaba bueno; la Ropa Vieja también estaba sabrosa, aunque la textura era un poco pastosa.Pedimos media ración de Fabada, plato que nos llegó frío, y después de lo que habíamos esperado, ya no nos apetecía mandarlo de vuelta a la cocina para calentarlo. Casi salva la tarde el plato de costillas a la brasa que llegó al final. Las mejores que he probado en mucho tiempo. Pero claro, la felicidad no iba a ser completa. Habíamos pedido un plato para picar entre todos, como siempre, y la cantidad la dejamos al albedrío del camarero, que conoce los tamaños de las costillas. Pues ese plato que ven mas abajo es el equivalente a tres raciones, o sea, 21 euros el platito vi al final en la factura. Factura que ascendió a algo más de 50 euros, que sinceramente me pareció mucho por esos platos, mas una cuarta de vino, cuatro refrescos, agua y un helado, ya que no pedimos postre. Sobre todo parece mucho por cómo transcurrió la larga tarde. Mi impresión es que, o no llevan mucho abierto (la imagen de Google maps refleja otro nombre en la fachada), o ese día tenían poco personal. Si no, no se explica todo lo que he contado antes. Otra experiencia más al saco negativo. Eso si, las costillas, tremendas.


Dirección: Calle del Bernegal, s/n. San Isidro
GRANADILLA DE ABONA. Teléfono: 922-770 688

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